Por: Dylan Gonzales
Lo que tanto se temía que pasara, finalmente pasó: un grupo de la barras de Fluminense fue directamente a agredir a los hinchas de Boca que se encontraban en una de las playas de Copacabana, a la espera de la finalísima de la Copa Libertadores que se jugará este sábado. Corridas, agresiones, robos y hasta una tardía, ineficaz y corrupta intervención policial, quien llegó bastante tarde y en vez de calmar las cosas, reprimió con balazos de goma y gases lacrimógenos para los argentinos.
“Estábamos tranquilos después de hacer un banderazo y llegaron muchos hinchas de Fluminense corriendo hacia la playa”, dijo a Télam Felipe Rodríguez, un brasileño que acompañó la fiesta xeneize.
Según la policía de Río, un argentino fue detenido luego de patearle el perro a un brasileño que estaba en la playa y de arrojar una botella contra la policía. Incluso una persona lo acusó de haber cometido insultos racistas.
Es el segundo episodio de violencia ocurrido en menos de tres días desde que el martes fueran atacados un hombre y una mujer hinchas de Boca por parte de miembros de una facción de la hinchada de Fluminense, episodio por el cual fueron detenidos tres brasileños. Los disturbios ocurrieron a la altura de la Fan Zone que la Conmebol instaló en Copacabana.