El primer informe oficial sobre la pederastia en la Iglesia católica española reveló este viernes datos demoledores: un 1,13 % de la población adulta actual ha sufrido los abusos del clero, lo que implicaría unas 440.000 personas.
Con esta histórica investigación, encargada por el Congreso en marzo de 2022 y llevada a cabo por el Defensor del Pueblo, España pasa de ser uno de los pocos países católicos sin casos de pederastia oficialmente reconocidos a ser el que tiene una proyección más alta de víctimas.
Tras décadas de opacidad y encubrimiento, el texto de 700 páginas revela, a través de una encuesta hecha a 8.000 personas, que el 0,6 % de la población, unas 240.000 personas, habrían sido víctimas de abusos cometidos directamente por un sacerdote o un religioso. El resto lo habría sido de personal laico que trabaja en instituciones pertenecientes a la Iglesia.
«Hay gente que se suicidó»
En una emotiva rueda de prensa en el Legislativo, el defensor del Pueblo, Ángel Gabilondo, dijo que España «llega tarde» a este informe, que países como Francia, Alemania o Irlanda hicieron hace tiempo y con cifras de víctimas muy inferiores.
En Francia, por ejemplo, se contabilizaron 216.000 desde 1950 y en Alemania 3.677 casos entre 1946 y 2014.
Gabilondo, un exministro de Educación socialista, dijo que se conocen casos desde 1940, pero que el grueso ocurrió entre 1970 y 1990, y que el texto es un respuesta «al sufrimiento y soledad» de los afectados».
La comisión de expertos que participó del informe entrevistó a 487 víctimas de abusos sexuales, muchos de los cuales relataron que sufren problemas emocionales, como estrés postraumático.
«Hay gente que está en tratamiento, hay gente que se ha suicidado por estas cosas, gente que no se ha recompuesto jamás […] y no han podido superar el dolor», declaró Gabilondo.