Tras más de 24 horas, la policía sigue buscando al sospechoso Robert Card, de 40 años: había amenazado con tiroteos y era reservista del Ejército e instructor de armas de fuego. El ataque ocurrió en un restaurante y un salón de bolos de Lewiston.
En un primer momento algunos medios habían elevado hasta los 22 la cifra de fallecidos por ese ataque, cuyo presunto autor ha sido identificado como Robert Card, un militar en la reserva que sigue sin ser localizado y está siendo buscado por cientos de agentes.
Los sucesos se produjeron hacia las 18:56 hora local (22:56 GMT) del miércoles en una bolera y un restaurante de la ciudad, la segunda más grande del estado, con cerca de 40.000 habitantes.
En la bolera atacada había esa noche una competición juvenil, pero las autoridades locales no han dado detalles sobre la edad de las víctimas.
Siete personas murieron en la bolera, ocho en el restaurante y otras tres después de haber sido trasladadas al hospital.
El jefe de Medicina del Centro de Salud central de Maine, John Alexander, indicó en una conferencia de prensa que de los ocho heridos que siguen ingresados en su institución, que no es la única que recibió a víctimas, 5 están estables y otros tres en situación crítica.
Se cree que el sospechoso, de 40 años, está armado y es peligroso. Se ha pedido a la población local que siga la orden de ponerse a resguardo y por eso este jueves se han suspendido las clases.
De momento, según añadió Alexander, hay reservas de sangre suficientes. Un centenar de profesionales sanitarios que este miércoles no estaban de servicio fueron a trabajar para ayudar a sus compañeros.
Las fuerzas del orden locales no han facilitado muchos más detalles sobre la situación. Todos los esfuerzos están centrados en la búsqueda del sospechoso, quien no se descarta haya cruzado ya a otro estado. La investigación por homicidio está en su fase inicial, según dijo en conferencia de prensa el coronel William Ross, de la Policía de Maine. Card afronta de momento ocho cargos por asesinato, porque esa es la cifra de víctimas ya identificadas, pero se espera que el número de cargos iguale al de fallecidos.