La presente temporada está siendo quizá la más complicada para Eduardo Camavinga desde que aterrizó en el Real Madrid. El año pasado ejerció más de lateral izquierdo que de centrocampista, y esta campaña suele partir más del banquillo que en el once titular, donde alterna titularidades y suplencias con Kroos y Modric. Valverde, Tchouaméni y Bellingham son intocables.
A ello ahora se le une encima una posible lesión en el momento más inoportuno, que ha hecho saltar todas las alarmas en el club blanco. En una semana complicada con la salida a Sevilla, el viaje a Braga y otro desplazamiento más a Barcelona para el clásico, el centrocampista francés se ha tenido que retirar antes de tiempo del último entrenamiento merengue antes de su choque de Champions en Portugal.
Alejado de las lesiones
Situación anómala, para empezar porque Camavinga nunca ha sufrido una lesión grave que haya durado más de un par de semanas, y para seguir porque Carlo Ancelotti le sigue considerando titular en su once de gala pese al reparto inicial de oportunidades este año. Había llegado su momento de nuevo en Champions y con el clásico en el horizonte, y ahora puede que se lo tenga que perder.
Sería sin duda una baja sensible para el líder de LaLiga, que vio en el peculiar Estadio Municipal de Braga cómo se retiraba el prometedor jugador galo a vestuarios antes de tiempo; acompañado por dos médicos del club y echándose la mano con gestos de dolor a la pierna derecha. Camavinga trató de explicar lo que acababa de sentir a los doctores mientras se dirigía al interior de las instalaciones, y desde entonces su estado es una incógnita.
En un principio, lo de Camavinga debería ser sólo un golpe como los que adolecen algunos de sus compañeros después del partido ante el Sevilla y de un intenso parón de selecciones. Sin embargo, en el caso del francés resulta extraño después de haber disputado apenas 23 minutos en el Sánchez-Pizjuan, pero los servicios médicos del club merengue tampoco se han pronunciado al respecto… por ahora.
