Milicias parapoliciales incendiaron este lunes más de 35 autobuses y un tren en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, como represalia después que la Policía matara al sobrino del líder de la mayor milicia criminal del estado, Matheus da Silva Rezende, conocido como ‘Faustão’, informan medios locales.
Según Rio Ônibus, la entidad a cargo del transporte público, al menos 20 de los vehículos eran autobuses urbanos, cinco formaban parte de la flota de transporte rápido de la ciudad y el resto eran autobuses turísticos o chárter. Todos fueron destruidos en menos de seis horas.
La ola de crímenes se concentró principalmente en el oeste de la ciudad, donde también se quemaron neumáticos que sirvieron de barricadas para impedir el paso de la policía civil y militar. Las autoridades aseguraron que 12 sospechosos han sido detenidos y serán enviados a prisiones federales. Además, se logró impedir que 15 individuos prendieran fuego a un camión de carga en uno de los principales accesos a la ciudad.
Debido a los asaltos, el servicio de transporte público fue interrumpido en la ciudad, dificultando el regreso a casa de los residentes de la región. Asimismo, se suspendieron las clases en las escuelas y universidades públicas de la zona y el municipio de Río fue declarado en estado de alerta nivel tres, en una escala de cinco.