Estados Unidos y Qatar negocian con Hamas una lista de cincuenta civiles capturados durante el ataque terrorista a Israel, ocurrido el pasado 7 de octubre. Los rehenes tienen doble nacionalidad y están en las mazmorras de Hamas ubicadas en los túneles de Gaza. El gobierno de Israel no participa formalmente de las conversaciones, pero conoce las condiciones que está exigiendo la organización terrorista para liberar a los secuestrados.
Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, y Tamim bin Hamad Al Thani, emir de Qatar, respaldan las negociaciones para obtener la libertad de todos los rehenes tomados por Hamas en el sur israelí. Y en este sentido habilitaron al secretario de Estado Antony Blinken y al canciller qatarí Sultán Bin Saad Al-Muraikhi para que encuentren un punto de acuerdo con el buro político de la organización terrorista.
El tándem diplomático Blinken-Al-Muraikhi ya logró la libertad de Judith Raanan y a su hija Natali Raanan, ambas ciudadanas de Estados Unidos, y ahora buscan ampliar los consensos con Hamas para cerrar una lista de cincuenta rehenes que están en Gaza bajo extremas condiciones sanitarias.
Hamas tiene relaciones fluidas con Qatar, que permite a sus terroristas usar la capital Doha como santuario de seguridad. Y Qatar, acorde a la información reservada que maneja la CIA, financió a ISIS cuando esa organización terrorista intentó fundar un califato que iría de Siria a Turquía.
Pero ahora el tablero internacional es diferente, y Estados Unidos y Qatar juegan juntos para lograr que Hamas suelte a la mayoría de los rehenes capturados durante su incursión terrorista en Israel. De hecho, esta organización fundamentalista liberó hoy a dos ciudadanas israelíes, tras una silenciosa negociación que protagonizaron Qatar y Egipto con el monitoreo de la Cruz Roja.