De brazos cruzados se encuentran empleados del Servicio Autónomo Nacional de Acueductos y Alcantarillados (SANAA) tras cumplir cuatro meses sin salario.
“Le pido a la presidenta que, si ya comenzaron a pagar la ley marco que sigan hasta que terminen”, dice José Andrés Murillo de 74 años quien a diario se levanta a las 4:00 de la mañana para poder cumplir con su trabajo.
Los empleados lamentan que no se les dé prioridad para el pago de su salario, considerando que acumulan más de 18 años laborando para ese ente gubernamental.