Alrededor de un millón de desplazados internos en Gaza viven cada vez más en «peores condiciones» en medio de escasez de recursos claves, dijo el jueves la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés).
Gaza se encuentra bajo un apagón total de electricidad por noveno día consecutivo, los suministros de alimentos y agua disminuyen y los hospitales están al borde del colapso, indicó la oficina.
«La producción de agua procedente de fuentes subterráneas municipales está a menos del cinco por ciento del nivel anterior a la última crisis. La falta de combustible, la inseguridad y los daños en las carreteras han paralizado las operaciones de transporte de agua en la mayoría de las zonas», dijo OCHA.
La salud nutricional se deteriora en medio del «suministro de agua extremadamente limitado, lo que aumenta el riesgo de deshidratación y lleva a las personas a consumir agua que no es apta para beber», dijo OCHA.
La oficina también destacó que las existencias comerciales de productos alimenticios esenciales en las tiendas durarán «sólo unos días más».
La OCHA dijo que el Programa Mundial de Alimentos (PMA) proporcionará alimentos y asistencia en efectivo todos los días, ayudando a un total de 522.000 palestinos desde el inicio de la crisis.
