Las autoridades de Nicaragua excarcelaron y enviaron hacia la sede del Vaticano en Roma a 12 sacerdotes este miércoles, tras negociaciones con autoridades de la Santa Sede.
Un comunicado del gobierno de Daniel Ortega publicado por los medios locales indicó que se trata de sacerdotes católicos previamente procesados por autoridades judiciales en la nación centroamericana.
«El Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional de la República de Nicaragua, luego de sostener fructíferas conversaciones con la Santa Sede, informa a nuestro Pueblo que se logró un Acuerdo para el desplazamiento hacia el Vaticano de los 12 Sacerdotes que, por distintas causas fueron procesados, y que han viajado hacia Roma, Italia, esta tarde», indicó el texto oficial.
El breve comunicado explicó además que el gobierno de Nicaragua «no ha agotado recursos para asegurar y defender la Paz que tanto atesoramos las Familias nicaragüenses».
De acuerdo con el texto, el acuerdo fue posible por «la intercesión de Altas Autoridades de la Iglesia Católica en Nicaragua y en el Vaticano».
Desde principios de este año, el gobierno de Ortega ha intensificado la represión contra el clero católico y las instituciones afiliadas a la iglesia.
Con anterioridad, Ortega ha acusado a líderes eclesiásticos de intentar derrocar su gobierno, mientras que las autoridades judiciales arrestaron a sacerdotes y acusaron a algunos de cometer traición, entre otros delitos.
El clero nicaragüense ha informado que ha estado sujeto a vigilancia gubernamental y agresiones en medio de la represión.
¿Quiénes son los excacelados?
Los sacerdotes excarcelados son Manuel Salvador García Rodríguez, José Leonardo Urbina Rodríguez, Jaime Iván Montesinos Sauceda, Fernando Israel Zamora Silva, Osman José Amador Guillén, Julio Ricardo Norori Jiménez, Cristóbal Reynaldo Gadea Velásquez, Álvaro José Toledo Amador, José Iván Centeno Tercero, Pastor Eugenio Rodríguez Benavidez, Yessner Cipriano Pineda Meneses y Ramón Angulo Reyes.
Las excarcelaciones llegan en momentos en que los opositores del gobierno de Ortega continúan denunciando lo que catalogan como violaciones de derechos humanos y libertades fundamentales. Las detenciones de los sacerdotes han sido catalogadas por organismos de derechos humanos nicaragüenses como parte de una «escalada» del gobierno de Ortega contra la Iglesia Católica.
Ortega ha sostenido en el pasado que la Iglesia Católica ha sido parte de un plan «golpista» para sacarlo del poder. Los ha tildado incluso de «demonios con sotana», como ocurrió en 2018 porque los templos dieron amparo a los manifestantes que fueron reprimidos por protestar contra el gobierno de Ortega.
Ortega expulsó al representante del papa Francisco en Nicaragua, el nuncio polaco Waldemar Stanislaw Sommmertag.
Un obispo aún sigue en la cárcel
Entre los liberados el miércoles no está el obispo Rolando Álvarez, quien cumplió recientemente un año tras las rejas en una cárcel de máxima seguridad en Managua. Álvarez, un crítico abierto de Ortega, fue sentenciado a principios de este año a 26 años de cárcel por traición.
Álvarez se ha rehusado a salir del país en dos ocasiones, según ha dicho el propio presidente Ortega.
Nicaragua está inmersa en una crisis política desde el año 2018, a raíz de las protestas antigubernamentales. Las protestas dejaron más de 300 muertos y unos 200.000 nicaragüenses exiliados.