Las manifestaciones de protesta se han extendido más allá de Palestina en las últimas horas del martes y la madrugada del miércoles después del ataque a un hospital de Gaza que ha dejado al menos 500 de muertos. La matanza ha generado protestas en todo el mundo árabe con marchas improvisadas en países de la región como Líbano o Jordania, pero también en otros como Marruecos, Turquía o Túnez. En algunas de ellas se produjeron brotes violentos y disturbios ante las embajadas de Estados Unidos o Israel. Todo ello en medio de condenas de diferentes Gobiernos ante una masacre que supone un salto cualitativo en la guerra entre Israel y Hamás, desatada tras los ataques de la guerrilla palestina en Israel que causaron 1.400 muertos el pasado 7 de octubre.
Las fuerzas de seguridad palestinas se enfrentaron con gases lacrimógenos en Ramala a una multitud de manifestantes para dispersarlos mientras estos lanzaban piedras y gritaban contra el presidente palestino, Mahmud Abbas. Además de en la capital palestina y Hebrón (ambas en Cisjordania), también se registraron incidentes en Amán (Jordania), donde los asistentes a las protestas rodearon la Embajada de Israel. El rey Abdalá, que tenía previsto reunirse el miércoles con el presidente de EE UU, Joe Biden, el de Egipto, Abdelfatah al Sisi, y el propio Abbas, no dudó en culpar a Israel de las muertes y canceló el encuentro mientras su Gobierno aseguró que solo se celebraría cuando las partes “puedan acordar poner fin a la guerra y las masacres contra los palestinos”, informa Reuters.
En Beirut (Líbano) se han lanzado ladrillos contra la Embajada de Estados Unidos entre gritos de “muerte a Israel” y “muerte a América”, mientras el movimiento chií Hezbolá enfrentado a Israel desde el inicio del conflicto, llamaba a la población a “una jornada de cólera”. Siria, archienemigo de Israel, responsabilizó a “los países occidentales, especialmente a Estados Unidos, por esta matanza y otras”. “Son socios de la entidad sionista en todas las operaciones organizadas para matar palestinos”, señalaron fuentes de la Presidencia. Una imagen que se repetía en la plaza Palestina del centro de Teherán (Irán), donde cientos de personas se reunieron para mostrar su rechazo. El presidente iraní, Ebrahim Raisi, ha declarado un día de luto y ha acusado a Israel del ataque. “Las llamas de las bombas estadounidenses-israelíes lanzadas esta tarde sobre las víctimas palestinas pronto consumirán a los sionistas”, ha manifestado Raisi, según la agencia IRNA.
Miles de personas se han congregado también frente al consulado israelí en Estambul (Turquía) después de que el presidente del país, Recep Tayyip Erdogan condenara la masacre. “Atacar un hospital con mujeres, niños y civiles inocentes es el último ejemplo de que los ataques de Israel están carentes de los valores humanos más básicos”, afirmó el mandatario en la red social X, antes Twitter.
También se ha producido una marcha espontánea en Rabat (Marruecos), a la que han acudido cientos de personas, informa Efe. Muchos de ellos cargaron contra el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Israel hace tres años. “Sionistas fuera”, “el pueblo contra la normalización [con el Gobierno israelí]” o “normalización es traición”, fueron algunas de las consignas que se escucharon. En Túnez, el lugar elegido para las protestas fue la Embajada de Francia, país al que los congregados acusaron de ser “aliado de los sionistas”.
La indignación llegó también a Naciones Unidas, donde el grupo embajadores árabes han comparecido este martes conjuntamente y de urgencia para pedir al Consejo de Seguridad que “despierte y asuma responsabilidades” para parar la guerra en Gaza. “Durante décadas, Israel y los perpetradores de estos ataques, del ejército y de la autoridad política, han gozado de impunidad y ni una sola vez se han enfrentado a la justicia. Esto tiene que acabar”, dijo el presidente del grupo, el jordano Mahmud Faidallah, que culpó a Israel de ser el único responsable del bombardeo.