Al menos 200 migrantes, en su mayoría provenientes de Venezuela, permanecen en la frontera Agua Caliente, sector que une a Honduras con Guatemala.
«Nos han tratado mal, nos dicen que este no es tu país. No nos dejan pasar y solo nos dicen que esperemos», dijo un migrante.
Niños, jóvenes y adultos narran que su travesía sigue siendo arriesgada y complicada, ya que han permanecido más de cinco horas de pie y no han podido comer.