Estados Unidos envió un portaaviones a Corea del Sur y, tal como se esperaba, hubo una respuesta en concreto por parte del Corea del Norte. Autoridades de Pionyang condenaron el accionar y amenazaron por destruirlo, en base a lo comunicado por la agencia estatal KCNA.
«Es una provocación militar manifiesta que lleva la situación a circunstancias catastróficas irrevocables el que Estados Unidos persista en introducir diversos activos nucleares estratégicos en la península de Corea, donde existe la posibilidad de una colisión militar constante y el peligro de que estalle una guerra nuclear es rampante«, explicaron en el artículo publicado.
El portaaviones en cuestión es de propulsión nuclear, llamado USS Reagan, y llegó al puerto de Busan durante el jueves. Además, estuvo acompañado por un grupo de ataque que contenía el destructor USS Shoup y el crucero de misiles guiados USS Robert Smalls.
La llegada de la nave en cuestión está relacionada con diferentes actividades de intercambio con la marina surcoreana durante cinco días. El movimiento tiene que ver con la «disuasión extendida o ampliada» que llevan adelante Estados Unidos y Corea del Sur.
La mirada de Corea del Norte
El país liderado por Kim Jong Un se mostró en contra de las actividades en conjunto entre las dos naciones mencionadas. En esa línea, mencionaron que la aparición del portaaviones «demuestra que el plan estadounidense de realizar un ataque nuclear contra la República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) y su implementación han alcanzado su fase más seria de sistematización y visualización y que el estallido de una guerra nuclear pasa ahora a primer plano».
Además, aseguran que las acciones «traspasaron la línea roja» y que Washington «debería darse cuenta de que sus activos estratégicos han penetrado en aguas extremadamente peligrosas» y que «el ataque más rápido y poderoso de la RPDC será propinado contra los activos de la ‘disuasión extendida'».
El mensaje de Pionyang llega también después de que esta semana se haya hablado en Seúl de la posibilidad de cancelar un importante acuerdo para rebajar la tensión militar firmado en 2018 por las dos Coreas ante lo que el Sur denuncia como «repetidas violaciones» del pacto en los últimos años por parte norteña.