El grupo islamista Hamás ha negado este miércoles haber «matado niños, decapitado y atacado a civiles» durante su ataque a Israel el sábado, en respuesta a las «acusaciones inventadas» de soldados israelíes sobre masacres perpetradas en kibutzs por esos milicianos.
«Afirmamos firmemente la falsedad de las acusaciones inventadas y propagadas por algunos medios de comunicación occidentales que adoptan la narrativa sionista, incluida la afirmación de matar niños, decapitar y atacar a civiles», señaló Hamás mediante un comunicado, en el que defendió que sus milicianos solo «atacaron al aparato militar y de seguridad (israelí), que es un objetivo legítimo».
Estas declaraciones llegan poco después de que el Ejército israelí denunciara que los milicianos habían asesinado «a mujeres, niños, bebes y ancianos que fueron brutalmente masacrados a la manera del Estado Islámico» durante el ataque al kibutz Kfar Aza. Un portavoz del Ministerio de Exteriores israelí explicó este martes que entre los cuerpos hallados en esta comunidad de 750 habitantes, había «alrededor de 40 niños, entre ellos bebés».
El Ejército israelí organizó este martes una visita de periodistas extranjeros al kibutz, durante la cual soldados dijeron a algunos que los milicianos habían asesinado a decenas de residentes y que algunos habían sido decapitados. Sin embargo, la portavocía del Ejército no ha confirmado oficialmente que hubiera víctimas decapitadas.