El keniano Kelvin Kiptum ha batido este domingo en Chicago (EE UU) el récord del mundo de maratón, con 2h00m35s, lo que supone medio minuto menos de la hasta hoy plusmarca mundial, que estaba en posesión de Eliud Kipchoge desde septiembre del año pasado en Berlín (entonces el keniano logró 2h01m09s). Tras cruzar la meta, Kiptum ha asegurado estar “muy contento” por haber conseguido el récord del mundo en un recorrido que, dijo, sabía que era “muy llano”.
El pasado abril, en la maratón de Londres (Reino Unido), una de las seis más importantes del mundo junto con la de Chicago, Kiptum se quedó a solo 16 segundos de superar a Kipchoge. Hoy, en Estados Unidos, lo ha rebasado, cuando queda menos de un año para los Juegos Olímpicos de París. Era solo la tercera vez en su vida que participaba en un maratón. En el de hoy, por cierto, no estaba Kipchoge.
La plusmarca masculina llega apenas dos semanas después de que la etíope Tigist Assefa destrozara el récord del mundo de maratón femenino en Berlín, con 2h11m53s. La atleta mejoró en más de dos minutos (dos minutos y 11 segundos) el anterior tope, que estaba en poder de la keniana Brigid Kosgei desde el Maratón de Chicago de 2019 (2h14m04s), al inicio de esta nueva era marcada por las revolucionarias zapatillas con placa de carbono y espumas mágicas.
De hecho, apenas unas horas después de que esta mujer batiera el récord del mundo de maratón, Adidas, su patrocinador, esparció por las redes sociales un anuncio rotundo, de solo 14 segundos, en el que se veían unas zapatillas gigantescas, las zapatillas blancas con las tres bandas negras usadas por Assefa, atadas a la torre de la televisión de Berlín, la Berliner Fernsehturm, mientras un helicóptero revoloteaba como una libélula a su alrededor.
