Más de 100 personas murieron este jueves en un ataque con drones contra una academia militar en el centro de Siria, donde tenía lugar una ceremonia de promoción de oficiales, atribuido por el ejército a “organizaciones terroristas”.
El bombardeo, que tuvo lugar en Homs, dejó “más de 100 muertos, casi la mitad de ellos oficiales y 14 civiles”, señaló el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Reino Unido.
Más de 125 personas resultaron heridas, añadió la organización, que dispone de una amplia red de fuentes de información en el país.
El ejército sirio precisó en un comunicado que el ataque se realizó con “drones cargados de explosivos” durante una ceremonia y atribuyó la tragedia a “organizaciones terroristas”.
También prometió “responder con firmeza” a lo que calificó de “ataque terrorista cobarde”.
Ningún grupo reivindicó la acometida de momento. Grupos yihadistas que controlan una parte del territorio utilizan a veces drones armados.
La ciudad de Homs se volvió un bastión de los rebeldes tras el levantamiento prodemocrático de 2011. Pero las fuerzas gubernamentales recuperaron la localidad en 2017 tras violentos combates.
Tras este ataque contra la academia militar, las fuerzas gubernamentales bombardearon una aldea en territorio rebelde en el noroeste del país, con un saldo de al menos cinco civiles muertos, dijeron activistas y socorristas.
Ese bombardeo, que se produjo en medio de un repunte de atentados en el enclave controlado por los rebeldes en los últimos días, alcanzó una vivienda en las afueras de la localidad de Kafr Nouran, en la provincia occidental de Alepo, según una organización de defensa civil controlada por la oposición y conocida como Cascos Blancos.
Entre los fallecidos había una mujer mayor, tres de sus hijas y un hijo, según el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, un grupo con sede en Reino Unido que monitorea la guerra. Otros nueve miembros de la familia resultaron heridos, agregó.
Ni Siria ni Rusia, su principal aliado militar, hicieron declaraciones acerca de esa operación, pero Damasco sostiene que los ataques aéreos sobre la provincia están dirigidos contra grupos insurgentes. El diario progubernamental Al-Watan reportó que el ejército sirio había atacado al grupo insurgente Hayat Tahrir al Sham (HTS), vinculado a Al Qaeda, en respuesta a sus bombardeos contra posiciones de sus fuerzas en el sur de Idlib.
Los Cascos Blancos indicaron que los ataques del gobierno sirio se incrementaron en la última semana, incluyendo los del martes en la ciudad de Sarmeen, que alcanzaron una escuela y una mezquita y dejaron al menos seis muertos. El grupo dijo también que se alcanzó una vivienda y una granja en Binnish, cerca de la ciudad de Idlib, pero no reportó víctimas.
El noroeste de Siria está controlado mayoritariamente por HTS y por fuerzas respaldadas por Turquía. La inmensa mayoría de los alrededor de 4,1 millones de habitantes del enclave viven en la pobreza y dependen de la ayuda humanitaria para sobrevivir. Muchos de ellos son sirios que huyeron de otras partes del país.
La guerra de Siria, que estalló tras la dura represión gubernamental contra la oleada de protestas de 2011, provocó cerca de medio millón de muertos y dejó un país fragmentado.