El congreso del Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP) de Bolivia propuso este miércoles al expresidente Evo Morales como «candidato único» de cara a las elecciones de 2025, al tiempo que decidió expulsar del partido al actual mandatario Luis Arce, un hecho que expone abiertamente la ruptura interna del espacio político de izquierda.
Bajo el liderazgo de Morales, quien fue nombrado presidente del partido, el MAS apartó de sus filas a Arce y al vicepresidente, David Choquehuanca, por su negativa a asistir al cónclave, que se celebraba desde el martes en el departamento de Cochabamba. Arce había adelantado la semana pasada que no participaría por considerar que «los verdaderos dueños, las organizaciones sociales», no estarían representadas.
Además, otros 28 dirigentes aliados al presidente boliviano fueron también expulsados. Y se aprobó que «no se haga ninguna alianza» con otras fuerzas de cara a los comicios que se celebrarán dentro de dos años.
Las expulsiones del MAS-IPSP «tienen que ver con casos calificados graves como transfugio, traición a los principios del instrumento políticos y corrupción», comunicó el partido desde sus redes sociales.
Intento de suspensión
Esto ocurre después de que el Tribunal de Justicia de Santa Cruz ordenara el miércoles la suspensión de la convocatoria del congreso, en respuesta a una demanda de la Confederación de Mujeres Campesinas Bartolina Sisa de esa región, que denunciaron que no estaban representadas.
El congreso se desarrolló de todas maneras, ya que la dirigencia del MAS alegó que no había sido notificada. Morales vinculó la decisión judicial a un intento del gobierno de Arce, al que calificó como «peor que la dictadura y los gobiernos neoliberales», de «atentar» contra el mitin. «No tuvieron éxito y nuestro evento terminó siendo legal y legítimo», manifestó.
