Los migrantes corrían desesperados, incluso con niños y lanzándose al agua helada del río Bravo, tras difundirse el rumor de que serían detenidos y deportados a sus países de origen. Sin embargo, las autoridades señalan que la presencia de los agentes de inmigración era para sugerir el traslado a uno de los albergues.
Además, para cerrar el paso a los miles de migrantes que llegan a la frontera, México desplegó un operativo a cargo del Instituto Nacional de Migración (INM), la policía municipal y la Guardia Nacional, y no solo eso, las autoridades montaron un “muro humano”, mismo que migrantes trataron de esquivar.
Los migrantes pasaron la noche, ahí entre el río Bravo y el alambrado instalado por la Guardia Nacional de Texas.
Todos esperando que al día siguiente (hoy) lograran cruzar hacia Estados Unidos.
Muchos de ellos llegaron a pie, otros a bordo de la bestia, y no solo arribaron hombres.
Entre la multitud de migrantes también se observan mujeres, niños, niñas, adolescentes y hasta bebes.