Nueva York parece decidida a reinventarse. La ciudad que nunca duerme es conocida por ser una de las urbes del planeta con mayor actividad tanto de día como de noche. Cada año, decenas de millones de turistas acuden hasta sus calles para impresionarse con su estilo inconfundible, con sus icónicos rascacielos y con su diversidad cultural. Sin embargo, ahora un nuevo fenémeno se está convirtiendo en la oferta turística más explorada: las ratas.
Las oportunidades que ofrece una ciudad como Nueva York son infinitas. Sin embargo, lo que seguramente sus millones de habitantes no esperaban es que uno de sus mayores problemas se iba a convertir, también, en una forma de conseguir ingresos.
En los últimos tiempos, La Gran Manzana ha estado sacudida por una crisis higiénica histórica que ha provocado un crecimiento de la población de un pequeño animal que ha pasado a colapsar sus calles de una manera pocas veces vista antes. La plaga de ratas que asola Nueva York está generando una enorme polémica en Estados Unidos.
Aunque parezca increíble, es una realidad que se ha venido confirmando en los últimos meses. Un negocio que ha aflorado aunque tenga una naturaleza un tanto escatológica. Pero Nueva York ha pasado a ser famosa por una cuestión. La organización de rutas guiadas por los rincones más icónicos de la ciudad.
Sin embargo, lo que antes se hacía para ver sus museos de renombre internacional y sus espectaculares edificios, ahora se hace para ver ratas recorriendo la gran urbe y realizando una vida normal en grandes comunidades. Los últimos informes aseguran que en Nueva York ya hay más ratas que personas, lo que aventura a establecer una cifra cercana a los 10 millones de pequeños roedores.
Esta masificación ha provocado que algunos emprendedores hayan decidido capitalizar estas plagas y explotar un mercado hasta ahora desconocido. De esta manera, se ofrecen diferentes tours por toda la ciudad para poder ver a estos animales que repugnan a mucha gente, pero que en Nueva York parecen haberse convertido en las nuevas estrellas.
Algunos de los guías turísticos más conocidos de Nueva York han comenzado a ofertar experiencias únicas que incluyen visitas a las zonas más conocidas de la ciudad, pero no por su belleza, si no por la aparición de grandes plagas de ratas. Zonas como East Village, Chinatown o Harlem son algunas de las áreas más demandadas en estos tour especiales que están intentando convertir un problema en una nueva fuente de ingresos.
Como suele pasar en muchas ocasiones, lo extraño llama más la atención que lo convencionalmente bonito y por ello, estos tour de ratas tienen cada vez más adeptos. Una visión diferente de una de las ciudades más importantes del mundo. Además, hay otra cuestión que está provocando que estos tour sean cada vez más famosos.
Es el hecho de intentar descifrar cuál es la cifra real de ratas que hay en Nueva York. Los informes más austeros dan números de entre 2 y 4 millones. Sin embargo, hay expertos que elevan su previsión hasta los 16 millones. El testimonio de estos guías supone una vara de medir bastante fiable ya que ellos son realmente quienes ven el efecto real del crecimiento de estas plagas en las calles.
Los ya famosos tour de ratas se han convertido en una nueva explicación inequívoca de que casi cualquier cosa se puede convertir en una atracción turística. La curiosidad humana no tiene límites y más si esta se extiende hasta las redes sociales.
A pesar de la aparente celebración que ha supuesto la explosión de estos tour de ratas, la preocupación en la ciudad de Nueva York es total ante la plaga de pequeños roedores que asola la ciudad y ante la histórica crisis higiénica que se ha hecho patente en las calles.
Por ello, las autoridades ya han puesto numerosas medidas en marcha para intentar luchar contra esta situación. Una nueva gestión de la basura y de los residuos en las calles es una de las claves para eliminar la suciedad y la fuente de subsistencia de las ya famosas ratas.
