Sir Michael Gambon, cuya extraordinaria carrera como actor lo llevó del naciente Teatro Nacional de Laurence Olivier a interpretar papeles en The Singing Detective y las películas de Harry Potter, falleció a la edad de 82 años.
Una declaración en nombre de su esposa, Lady Gambon, y su hijo, Fergus, emitida por la publicista Clair Dobbs, decía: “Estamos devastados al anunciar la pérdida de Sir Michael Gambon.
“Amado esposo y padre, Michael murió pacíficamente en el hospital con su esposa Anne y su hijo Fergus junto a su cama, luego de un ataque de neumonía. Michael tenía 82 años.
“Les pedimos que respeten nuestra privacidad en este momento doloroso y les agradecemos sus mensajes de apoyo y amor”.
Memorablemente llamado «El Gran Gambon» por Ralph Richardson, y admirado por generaciones de colegas actores, se destacó en obras de Pinter, Beckett y Ayckbourn. Fue Ayckbourn quien lo dirigió en 1987 en A View from the Bridge, de Arthur Miller , que le valió a Gambon un premio Olivier por su interpretación del conflictivo estibador de Brooklyn Eddie Carbone. Gambon también protagonizó la ambiciosa trilogía de Ayckbourn The Norman Conquests. Otros papeles clave incluyeron el científico epónimo en La vida de Galileo de Brecht en el Teatro Nacional en 1980 y el restaurador que regresa para visitar a una ex amante en Skylight de David Hare, que le valió una nominación al premio Tony en Broadway a mediados de los años 90.
Gambon disfrutó de un éxito cinematográfico de autor con The Cook, The Thief, His Wife and Her Lover (1989) de Peter Greenaway y procedió a asumir papeles en películas importantes como Sleepy Hollow, The Insider y Gosford Park. Luego, con una barba suelta y un sombrero con borlas, interpretó al profesor de Harry Potter, Albus Dumbledore, en varios éxitos de taquilla, reemplazando el papel de Richard Harris después de su muerte en 2002. Prestó su rica voz a muchas películas, incluso como el tío Pastuzo en Paddington. películas y como narrador de ¡Salve, César!
Con una estructura imponente y rasgos arrepentidos, Gambon se describió a sí mismo como el gerente de una tienda departamental y un «viejo cabrón grande e interesante», mientras que Ayckbourn lo llamó una «máquina maravillosa e ilimitada, como un Lamborghini». Adorado por el público, con una presencia poderosa que podía añadir peso al material más ligero, Gambon protegió su privacidad y concedió entrevistas a regañadientes. En 2004 le dijo al Observer: “Sigo adelante y trato de mantener la boca cerrada”.
Gambon dejó la escuela a los 15 años y, a diferencia de muchos de sus contemporáneos, no recibió ninguna formación formal en la escuela de teatro, sino que adquirió experiencia actuando en producciones de aficionados. Nació en Dublín en 1940; su padre se mudó a Londres y fue policía de reserva durante la Segunda Guerra Mundial. Su madre se llevó a Gambon a Inglaterra para unirse a él al final de la guerra. Más tarde se mudaron a Kent, donde a la edad de 16 años comenzó un aprendizaje de ingeniería en la fábrica de Vickers Armstrong. Comenzó a trabajar en el teatro de aficionados como constructor de escenarios y luego terminó en el escenario en pequeños papeles en el teatro Unity y el teatro Tower de Londres.
Se abrió camino hacia sus primeros papeles profesionales mintiendo sobre su experiencia, haciendo su debut en Dublín en un pequeño papel en Otelo. A los 22 años, debutó en el West End como suplente en The Bed-Sitting Room. También tomó un curso de actuación en la Royal Court dirigido por George Devine y William Gaskill.
Gambon dijo que nunca había visto una producción de Shakespeare antes de actuar él mismo en una. Tuvo papeles menores de Shakespeare en el Teatro Nacional y audicionó para la compañía interpretando el papel de Ricardo III – recientemente interpretado icónicamente por Laurence Olivier – frente al propio Olivier. Apareció en Otelo en el National con Olivier y en Hamlet protagonizada por Peter O’Toole. Luego, siguiendo el consejo de Olivier, Gambon dejó el National para unirse al Birmingham Repertory Theatre con el fin de conseguir papeles más importantes, que incluían el papel principal en Otelo. A los 30 años, interpretó a Macbeth en una producción en Billingham que describió como ambientada en el espacio exterior. A principios de los 80, estuvo en la Royal Shakespeare Company, actuando en las producciones de Adrian Noble de El rey Lear y Antonio y Cleopatra, a veces ambas el mismo día, esta última representada a un ritmo vertiginoso. En 2005, Nicholas Hytner lo dirigió como Falstaff en Enrique IV, Partes 1 y 2 en el Teatro Nacional.
En televisión, tuvo un gran éxito con series sobre dos detectives muy diferentes. El primero fue el musical negro de Dennis Potter The Singning Detective, que lo presentó como un novelista de misterio hospitalizado con artritis psoriásica. El segundo fue una serie de thrillers de Maigret, en los que interpretaba al policía parisino homónimo del autor belga Georges Simenon. También interpretó a un ángel junto a Simon Callow en una versión televisiva de Angels in America de Tony Kushner.
Después de aparecer en las obras de Samuel Beckett Endgame, Eh Joe, Krapps Last Tape y All That Fall, Gambon comenzó a retirarse del trabajo escénico. En 2014, dijo que tenía dificultades para recordar sus líneas: “Me siento triste por eso. Me encanta el teatro, pero no me veo volviendo a interpretar papeles importantes”. En 2009, una enfermedad le llevó a dejar de protagonizar The Habit of Art de Alan Bennett en el National Theatre, apenas unas semanas antes de la noche del estreno, siendo sustituido por Richard Griffiths.
Las obras de Harold Pinter le habían dado a Gambon algunos de sus mejores papeles, incluido Jerry en el triángulo amoroso de Betrayal y el elegante Hirst en No Man’s Land. Después de dejar de actuar en el escenario, su voz rica e inconfundible al menos se pudo escuchar en la producción de Jamie Lloyd de Mountain Language en el All-Star Pinter en la temporada de Pinter en el West End en 2018.
