Las mismas personas que asistieron al festejo de una boda cristiana en Irak un día después han tenido que vestir de luto y asistir a los funerales de las víctimas que perecieron en el grave incendio que se declaró cuando los novios bailaban.
Los dolientes se reunieron en el cementerio de la ciudad septentrional de Hamdaniya en torno a los clérigos de varias iglesias que oficiaron la ceremonia. Algunos fieles sostenían los retratos de sus seres queridos fallecidos.
Al menos una veintena de ataúdes cubiertos de raso o ramos de flores fueron llevados a hombros de hombres entre la multitud. Los medios recogen el testimonio de una mujer de 53 años que fue a enterrar a 15 miembros de su familia. «Desde el padre hasta el hijo menor, de cuatro años», declaró.
Hay otros entierros previstos para los próximos días porque en la mayor parte de los casos aún no han podido recuperar los cuerpos.
Luto de tres días
El primer ministro, Mohamed Shia al Sudani, ha declarado tres días de luto oficial en todo el país, en una de las peores tragedias de este tipo en Irak en los últimos años. Asimismo, el gobernador de la región de Nínive, Najm al Yubori, también declaró una semana de duelo en la provincia, y ordenó a todos los departamentos que realicen un minuto de silencio el jueves, además de pedir a las autoridades religiosas de la región que recen por las víctimas, según un comunicado.
El ministro de Interior, Abdul Amir al Shammari, ha ordenado además la formación de un comité de investigación para esclarecer los hechos.