La vida de un piloto de aviación comercial suele estar rodeada de glamour, precisión y una responsabilidad abrumadora. Sin embargo, detrás de los mensajes a través de la cabina de mando y las sonrisas profesionales con las que reciben a los pasajeros, a veces se esconde una realidad sorprendente e impactante. En ese sentido, un piloto de British Airways fue despedido tras ser sorprendido esnifando cocaína del pecho de una mujer en topless durante una fiesta desenfrenada en Sudáfrica, antes de intentar pilotar un vuelo repleto de pasajeros hacia Londres, según ha revelado un informe publicado por The Sun.
El piloto, identificado como Mike Beaton, un hombre casado y padre de un hijo, tuvo una noche de ‘inactividad’ en Johannesburgo antes de asumir su papel como copiloto en un vuelo de regreso a Londres hace aproximadamente cuatro semanas. Sin embargo, en lugar de tratar de descansar para su próximo viaje, Beaton decidió pasar una noche de excesos que involucró alcohol, drogas y mujeres, según informó The Sun tras revelar sus mensajes de texto a una amiga azafata.
Los mensajes de texto del piloto
En una de las conversaciones de texto, Beaton se jactó de sus travesuras, declarando: «He sido un niño muy travieso». Según reveló en la conversación con la azafata, el piloto había conocido a dos hombres locales, una mujer galesa de vacaciones y un «joven pájaro español» en un club nocturno de Johannesburgo. Y, tras varias copas, la velada culminó en el apartamento de uno de los locales.
Al llegar al apartamento, las mujeres presentes en la fiesta comenzaron a bailar en topless antes de que la cocaína hiciera su entrada. Beaton compartió en sus mensajes de texto: «Perdí mi camisa en alguna parte y uno de los muchachos locales saca un plato con unas líneas de coca. Entonces hay un debate sobre qué cofre es el mejor para hacer un golpe». Y con un tono de orgullo, añadió: «Esa es la historia de cómo terminé esnifando cocaína en el pecho de una chica en Johannesburgo».
Tras los mensajes, el escandaloso comportamiento del piloto llegó a oídos de un miembro de la tripulación, quien informó a las autoridades superiores de la aerolínea. Como resultado, British Airways canceló el vuelo de 12 horas con destino al aeropuerto de Heathrow, incurriendo en pérdidas estimadas de alrededor de 120.000 dólares, unos 114.000 euros.
Beaton fue suspendido de inmediato y, tras llegar a Londres como pasajero, fue sometido a una prueba de drogas en el aeropuerto de Heathrow, la cual dio un resultado positivo, llevando a su despido de la aerolínea.
«De todos los malos comportamientos que ocurren entre vuelos, este incidente es difícil de creer», comentó una fuente anónima a The Sun, a lo que añadió: «Un primer oficial recibe una formación rigurosa y conoce la ley al dedillo. Su misión es proteger la seguridad de los pasajeros. La idea de enviar detalles de su sesión de bebida y drogas a una azafata entre los vuelos es extraordinariamente tonta».
A pesar del escándalo, las fuentes de British Airways aseguraron que los pasajeros del vuelo afectado no corrieron ningún riesgo debido al comportamiento imprudente de Beaton.
El comunicado de la Autoridad Civil de Reino Unido
Asimismo, la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido emitió un comunicado en respuesta al incidente, destacando que las medidas de suspensión y rehabilitación se implementarían en casos similares para garantizar la seguridad en la aviación. «En estos casos, suspenderíamos inmediatamente el examen médico del piloto, lo que significa que no pueden volar. En la mayoría de los casos, el piloto sería evaluado por un equipo médico experto y, si deseara volver a volar, se implementaría un programa de rehabilitación integral».