Corea del Sur exhibió este martes un arsenal de armamento avanzado en un desfile militar, en el que desfilaron tanques y misiles por las calles de su capital, empapada por la lluvia, en el primer acto de este tipo en una década.
El desfile, celebrado con motivo del 75º Día de las Fuerzas Armadas y que conmemora la fundación de las fuerzas armadas del país, tiene como telón de fondo el aumento de las tensiones en la península coreana, mientras Corea del Sur se acerca a Estados Unidos y Japón ante la amenaza del acelerado programa armamentístico de Corea del Norte.
El acto comenzó por la mañana con ceremonias y representaciones en la Base Aérea de Seúl, donde el presidente Yoon Suk Yeol pronunció un discurso en el que advirtió a Pyongyang contra el uso de armas nucleares.
«Si Corea del Norte utiliza armas nucleares, su régimen acabará con una respuesta abrumadora de la alianza (Seúl-Washington)», dijo Yoon bajo la lluvia.
El desfile -el primero de Corea del Sur desde 2013- siguió por la tarde, con tropas y equipo militar recorriendo el corazón de Seúl, pasando por el ayuntamiento y la histórica plaza Gwanghwamun. Las calles estaban repletas de espectadores, muchos de ellos con impermeables de plástico y paraguas bajo la lluvia.
Varios miles de soldados surcoreanos y más de 300 estadounidenses desfilaron durante el acto, según el Ministerio de Defensa Nacional. También actuaron una banda militar, abanderados y mascotas de cada unidad militar.
Se exhibieron diversos equipos de fabricación nacional, como drones, tanques y vehículos blindados de transporte de tropas. Los soldados de los vehículos saludaban a la multitud a su paso; varios vehículos llevaban la bandera surcoreana colocada en el exterior.
Peter Layton, profesor visitante del Griffith Asia Institute de la Universidad de Griffith, dijo que, aunque el desfile sirvió para enviar «un mensaje a una audiencia externa», incluidos socios como Estados Unidos y potencias regionales como Corea del Norte y China, el evento «trata realmente de factores internos».
El desfile y la presencia de Yoon «ayudan a mostrar a Corea del Sur como una potencia importante en la escena mundial, una potencia global fundamental, como la llama el actual presidente», afirmó. También refuerza la percepción pública de su industria de defensa, que está «logrando un notable éxito de exportación» mientras otros sectores económicos se desploman, añadió.
Yoon declaró anteriormente su objetivo de convertir a Corea del Sur en uno de los cuatro principales exportadores de armas del mundo, después de Estados Unidos, Rusia y Francia. Aunque aún le faltan algunos puestos en la clasificación, el sector ha crecido rápidamente, con exportaciones de defensa por un valor de US$ 7.000 millones en 2021, según el Banco de Exportación e Importación de Corea del Sur.
Layton añadió que el desfile también subraya la duradera alianza de Corea del Sur con Estados Unidos, con un acercamiento entre ambos países, así como con Japón, a medida que Corea del Norte intensifica sus pruebas de armamento.
Los servicios de inteligencia internacionales llevan sugiriendo desde el año pasado que Pyongyang podría estar preparándose para reanudar las pruebas nucleares, con imágenes de satélite que muestran actividad en su centro subterráneo de pruebas nucleares.
En abril de este año, Yoon y el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciaron un nuevo acuerdo clave para disuadir la agresión norcoreana, que incluye el compromiso de Estados Unidos de desplegar un submarino nuclear en Corea del Sur por primera vez desde principios de la década de 1980.
Yoon, Biden y el primer ministro de Japón, Fumio Kishida, también celebraronuna cumbre histórica en agosto, en la que anunciaron nuevos ejercicios militares y una línea directa para comunicaciones de crisis. Era la primera vez que Biden recibía a líderes extranjeros en el retiro de Camp David, en Maryland, lugar de históricas negociaciones diplomáticas de anteriores presidentes.