Bajo las consignas de «Volveremos» y «¡Devolvednos nuestra estrella!», miles de británicos han surcado este sábado el centro de Londres con banderas de la UE en la así llamada Rejoin March, que arrancó tímidamente en Hyde Park y acabó cuajando en una de las mayores manifestaciones anti Brexit de los tres últimos años, con un mar de banderas azules a lo largo de Piccadilly.
La marcha estuvo sin embargo marcada por la ausencia de líderes políticos, en medio del debate provocado por el laborista Keir Starmer, que ha prometido «reescribir» al acuerdo del Brexit si llega a Downing Street pero ha renunciado expresamente a volver a la Unión Europea. El 58% de los británicos está hoy por hoy a favor del reingreso frente al 32% que es partidario de seguir fuera de la UE, según la media de los sondeos extraída por el portal What UK thinks.
La activista Gina Miller (que llevó en su día el Brexit a los tribunales) y el eurodiputado y ex primer ministro belga Guy Verhofstadt fueron los rostros más reconocibles junto a la pancarta que abrió la marcha en Londres. Junto a ellos estaba Steve Bray, quien lleva cinco años manifestándose incansablemente frente al Parlamento pese al hostigamiento de la policía.
«Nadie quiere reconocer el desastre que ha sido el Brexit, ni el Gobierno ni la oposición laborista», denunció Bray. «Gran parte del país sigue en estado de negación y no quiere aceptar la verdad. Se siguen burlando de nosotros, nos llaman remoaners (los que se siguen quejando). Pero es muy importante mantener vivo el mensaje y la esperanza».
La versión del Submarino Amarillo de Los Beatles (We all live in a Brexit Tragedy) puso el fondo musical a la marcha, en competencia con el Hey Jude/Hey EU y con la oda a alegría de Beethoven.
Abriendo la marcha estaba también Charlotte Morrow, de 60 años, inlgesa con sangre canadiense y ucraniana, empujando el carrito donde viajaban su perro irlandés (Pipin) y su perro francés (Pebbles) con toda la parafernalia europea… «Este ha sido siempre un país abierto y tolerante, y tiene que volver a serlo. Es muy importante defender esos valores y recordar al mundo que los que votaron a favor del Brexit son y siguen siendo una minoría«.
Con su hija Isabela a los hombros, el británico Tim Robinson (40 años) torcía el gesto cuando le preguntábamos si volver a la UE es hoy por hoy una propuesta realista… «Yo creo que la vuelta será lenta pero firme, si hay un cambio de Gobierno. Yo creo que volveremos poco a poco, y que mi hija pueda participar un día en el programa Erasmus. Pero Starmer puede y tiene que ser más valiente, aunque entiendo su cautela».
Greg Melville, de 23 años, estudiante universitario y militante del Partido Verde, ve las cosas de otro color… «Yo no puedo esperar. Quiero tener el mismo derecho que tuvieron mis hermanos mayores a estudiar y trabajar en Europa. Estamos hartos de la hipocresía de nuestros políticos y de que nadie se atreva a decir ‘el Brexit ha sido un error»».
En la Rejoin March hubo también representación de Bremain in Spain, encabezada por Sue Wilson, que no se ha perdido una sola marcha pro-europea desde la campaña del referéndum. Clarissa Killwic, del grupo Brexpats, denunció por su parte «la pérdida de derechos que ha afectado a la vida cotidiana» de los británicos afincados en países de la UE.
La manifestación rompió a primera hora de la tarde ante el Parlamento británico y mereció más cobertura en los medios internacionales que en los locales. Los periódicos conservadores, como The Daily Express, calificaron a los manifestantes como «desperate Rejoiners» (desesperados partidarios de la reunión con la UE) mientras los el canal GBNews presagiaba un «fallo épico» y minimizaba el número de asistentes.