El día de su cumpleaños, Ricardo Montaner mostró cómo se encuentran sus nietos, Índigo y Apolo, y reflexionó sobre la importancia que tiene el amor en su vida.
Ricardo Montaner siempre se ha caracterizado por ser muy afectuoso con su familia. Con la llegada de sus dos pequeños nietos Índigo y Apolo, este amor creció aún más. En un reciente posteo, reveló cómo se encuentran actualmente.
ección a los hijos de su matrimonio anterior con los del actual. Tanto es así, que habitualmente se habla de su familia como un “clan”, ya que hacen todo juntos.
En los últimos dos años, Ricardo Montaner tuvo dos de las alegrías más grandes de su vida: la llegada de sus nietos, los cuales adoran pasar tiempo con él. En primer lugar, fueron Eva Luna y Camilo Echeverryquienes convirtieron al cantante en abuelo, cuando el 6 de abril del 2022 llegó Índigo a sus vidas.
Cuando pensó que no podía ser más feliz, Mau Montaner llegó con la gran noticia. En octubre del año pasado, el cantante de PAPÁS y su pareja, Sara Escobar, dieron a luz al pequeño Apolo.
Ricardo Montaner mostró cómo se encuentran Índigo y Apolo
En este contexto, en los últimos días Ricardo Montaner emocionó a todos sus seguidores en las redes sociales con un posteo por el día de su cumpleaños, el 8 de septiembre. En el mismo, compartió diversas imágenes junto a todos los miembros de su familia y les dedicó unas amorosas palabras.
“¿Que si me siento amado? El gran secreto de mi vida ha sido rodearme del amor de mi familia y mis entrañables amigos. Aunque en estas fotos no están todos mis cariños, los quería hacer partícipes de mi celebración en Madrid. ¡Feliz cumple para mí! ¡Dios es bueno y espléndido!”, escribió el cantante de Tan Enamorados.
En una de las postales, dejó entrever cómo crecieron sus nietos, quienes aún son muy pequeños. Por un lado, Índigo está por cumplir un año y medio. Por el otro, Apolo cumplirá su primer añito durante el mes de octubre. Por supuesto, respetando los pedidos de sus padres y cuidando la identidad de los niños, el cantante posó con ambos sentados en sus piernas pero de espaldas a la cámara, para que no se les vean las caritas.