Más de mil inmigrantes han llegado a la isla italiana de Lampedusa durante toda la jornada del martes y la madrugada de este miércoles, según datos que implican un nuevo repunte en la llegada de embarcaciones tras la mejora de las condiciones de navegación en el Mediterráneo Central.
La isla ha vuelto a convertirse en epicentro del debate político después de que el número de llegadas haya aumentado hasta niveles inéditos este año. La semana pasada, en apenas tres días se contabilizaron unos 10.000 inmigrantes, lo que ha llevado al Gobierno de Giorgia Meloni a reclamar de nuevo solidaridad a los países europeos.
El martes, a la isla llegaron 896 inmigrantes, mientras que este miércoles de madrugada se han registrado otras 242 llegadas, correspondientes a un total de nueve embarcaciones —la mayor de ellas con casi 90 ilegales a bordo—, según la cadena de televisión Rai.
«No permitiré que Italia se convierta en el campo de refugiados de Europa», clamó Meloni el martes a última hora desde Nueva York, donde pronunciará este miércoles un discurso ante la Asamblea General de la ONU en el que prevé plantear el tema de la inmigración. Italia, ha añadido, «no puede resolver el problema por si sola».
La presidenta del Consejo de Ministros de Italia cree que hay margen para seguir colaborando con Túnez, ya que considera que mejorar la cooperación con el país norteafricano es «la opción más sensata».
El Ministerio del Interior estima que este año han llegado a las costas de Italia más de 130.000 inmigrantes, frente a las 68.000 registradas en el mismo periodo de 2022.