La Policía brasileña investiga a una trama formada por decenas de pastores evangélicos que supuestamente estafó a unas 50.000 víctimas aprovechándose de sus creencias religiosas, informó este miércoles la institución.
Los agentes cumplen dos órdenes de prisión preventiva y 16 más de búsqueda y registro contra los responsables, acusados de estafa, lavado de dinero y falsificación documental, entre otros delitos, explicó en un comunicado la Policía Civil de Brasilia.
La operación denominada Falso Profeta también incluye el bloqueo de bienes por un valor no revelado y la prohibición a los acusados de acceder a las redes sociales. Según informó el diario O Globo, cien agentes de policía salieron a las calles este miércoles para llevar a cabo registros en el Distrito Federal y en cuatro estados: Goiás, Mato Grosso, Paraná y São Paulo.
La organización criminal, compuesta por unas 200 personas, movió 156 millones de reales (unos USD 30 millones) en los últimos 5 años a través de unas 40 empresas pantalla y más de 800 cuentas sospechosas.
La trama utilizaba las plataformas digitales para convencer a las víctimas para invertir sus ahorros en operaciones financieras y proyectos humanitarios falsos con la promesa de retornos inmediatos astronómicos.
Una de las promesas era que, a cambio de una inversión inicial de tan solo 25 reales, los participantes podían recibir hasta un “octillón” de reales de beneficios.
Muchas de las víctimas eran personas que atendían los cultos de los pastores evangélicos investigados, quienes les aseguraban que habían sido elegidas por Dios para recibir “bendiciones especiales” en forma de sumas millonarias.
Los responsables del esquema también invocaban una teoría conspiratoria conocida como Nesara Gesara, que hace referencia a un conjunto de políticas económicas disruptivas que habrían sido aprobadas de forma secreta en el Congreso de EEUU en la década de 1990 pero nunca implementadas.
En diciembre pasado, la Policía detuvo a un influencer de este grupo, después de haber utilizado un documento falso en una sucursal bancaria con el que afirmaba estar en posesión de un crédito de 17.000 millones de reales (USD 3.500 millones).