La Corte Penal Internacional (CPI) denunció este martes (19.09.2023) «una actividad anómala» en sus sistemas informáticos y aseguró que ya ha tomado «medidas» para responder a lo que califica como un «incidente de ciberseguridad», aunque no informa del origen de este posible ciberataque ni de sus posibles consecuencias. Ayer, un ciberataque afectó a servicios estatales de Chile y Colombia.
Según el portavoz de la CPI, los empleados del tribunal detectaron a finales de la semana pasada «una actividad anómala que afectaba a sus sistemas de información», pero asegura que «se adoptaron medidas inmediatas» para «mitigar su impacto», con ayuda de Países Bajos, que acoge a esta Corte en la ciudad de La Haya. El tribunal dice que «no proporcionará más información en relación con este incidente por el momento», y tampoco da detalles sobre el posible origen de este incidente ni sobre el alcance del daño causado.
Este tribunal tiene jurisdicción para investigar la comisión de crímenes de guerra, lesa humanidad, genocidio y agresión, y tiene abiertas numerosas investigaciones y casos que afectan a países como Venezuela, Sudán, Filipinas o Myanmar, entre otros. Además, la CPI investiga crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por Rusia en Ucrania y en marzo emitió una orden arresto internacional con el presidente ruso, Vladimir Putin, por la presunta deportación de niños ucranianos.
En los últimos meses este tribunal, al que no hay que confundir con la Corte Internacional de Justicia de la ONU, también en La Haya, fue objetivo de un intento de infiltración cuando los servicios de inteligencia de los países bajos detectaron a un ciudadano ruso que trató de trabajar en la corte fingiendo ser un practicante brasileño. «Si el oficial de inteligencia hubiera logrado acceder como becario a la CPI, habría podido recopilar inteligencia y buscar (o reclutar) fuentes, y disponer el acceso a los sistemas digitales de la CPI», advirtió entonces el AIVD, los servicios de inteligencia neerlandeses.