Un claro desgaste en el engramillado se puede apreciar después de los desfiles patrios.
El Estadio Nacional quedó maltratado después de que cientos de personas se pasearan por el césped.
La grama fue pisoteada en múltiples ocasiones por zapatillas, botas militares y tenis.
La grama se ve amarilla y requerirá de un tratamiento para devolverla a la vida.