El espeleólogo estadounidense Mark Dickey fue rescatado a última hora de ayer lunes (11.09.2023), después de permanecer desde el pasado 2 de septiembre gravemente enfermó en una cueva a más de mil metros de profundidad en Turquía.
«Mark Dickey salió», dijo la federación de espeleología del país euroasiático, y añadió que la operación se había culminado con éxito.
Dickey participó en una expedición para cartografiar el sistema de cuevas de Morca, en el sur de Turquía, junto a un equipo internacional, cuando sufrió una hemorragia interna, a unos 1.120 metros de profundidad, según fuentes oficiales.
El infortunio desencadenó una de las operaciones de rescate más complicadas jamás organizadas, tal y como la describieron los propios servicios de rescate, debido a los tramos verticales y el barro, agua y bajas temperaturas dentro de la cueva. Un total de 200 personas entre espeleólogos, médicos y equipos de emergencia de varios países europeos participaron en el rescate en el que transporton a Dickey en camilla hacia la superficie.
«Felicitamos a todos aquellos que aportaron su contribución», declaró la federación turca de espeleología.
«Es increíble estar de nuevo en la superficie», dijo Dickey, agradeciendo al gobierno turco por salvarle la vida con su rápida respuesta, mientras permanecía tendido sobre la camilla y rodeado de periodistas tras su salida de la gruta.
La salud de Dickey mejora
«Está en buen estado de salud en general. Continúa alimentándose a base de líquidos», dijo jefe del servicio local de urgencias turco, Cenk Yildiz, ante los medios.
«Hemos resuelto sus problemas de hemorragia abdominal con plasma y suero», agregó.
Dickey -de 40 años y espeleólogo experimentado con formación médica, según la Asociación Europea de Rescatistas- fue atendido por primera vez el 3 de septiembre por un médico húngaro y posteriormente otros profesionales bajaron a la cueva para tratarle.
El espeleólogo explicó que empezó a vomitar grandes cantidades de sangre en la cueva. «Mi estado de conciencia empezó a empeorar y llegué a un punto en el que pensé ‘no voy a sobrevivir'», comentó el martes (12.09.2023) a los periodistas.
La causa del infortunio sigue sin estar clara.
La gruta, la tercera más profunda de Turquía, llega a casi 1.300 metros bajo tierra en su punto más bajo.
