Nueve meses después de ingresar en prisión por una denuncia de agresión sexual en una discoteca de Barcelona, Dani Alves sigue estando en el punto de mira. El exfutbolista del Barça continúa a la espera de que se dicte sentencia, aunque la magistrada ya le impuso una fianza de 150.00 euros.
Estos últimos meses, aparte de afectarle en su vida personal, también lo han hecho de cara a la sociedad, incluso en su ciudad natal. Allí el brasileño tiene una escultura que en los últimos días ha amanecido cubierta por bolsas de basuras y cinta adhesiva.
A través de las redes sociales, Ney Alves, hermano del futbolista, lamentó la acción de los vándalos y manifestó su preocupación respecto a la situación de su hermano: «Solo paso por aquí para recordarles que mi hermano está esperando juicio. La pregunta es: ¿y si demuestra su inocencia? ¿Si es absuelto? ¿Cómo lo haremos?», expresó.