El papa Francisco expresó su dolor y solidaridad ante el terremoto que sacudió violentamente Marruecos y cuyo balance asciende a más de 2,000 muertos e igual número de heridos,y graves daños.
El papa garantiza “sus oraciones ante esta catástrofe natural” y se muestra “entristecido por este acontecimiento” y expresa su “profunda solidaridad con quienes están tocados en la carne y en el corazón por esta tragedia: reza por el descanso de los difuntos, por la curación de los heridos y por el consuelo de quienes lloran la pérdida de sus seres queridos y de sus hogares”, se lee en el telegrama enviado a la Iglesia local.
En el mensaje enviado en nombre del pontífice por el secretario de Estado, cardenal Pietro Parolin, Francisco “pide al Altísimo que sostenga a los marroquíes en esta prueba y ofrece su aliento a las autoridades civiles y a los servicios de rescate.”
Según los últimos datos difundidos por el Ministerio del Interior marroquí, la provincia con más fallecidos registrado es Al Haouz, -al sur de Marrakech y cercana al epicentro-, con 394 fallecidos, seguida de Taroudant (271 víctimas mortales), Chichaoua (91 fallecidos), Ouarzazate (31), Marrakech (13), Azilal (11), Agadir (5), Casablanca (3) y Al Youssufia (1).
Según un boletín de alerta sísmica difundido por el Instituto Nacional de Geofísica marroquí, el terremoto, de magnitud 7, sacudió la región septentrional marroquí de Marrakech y se produjo a las 23.11 hora local (22.11 GMT del sábado) a 8 kilómetros de profundidad.
Tuvo su epicentro en la localidad de Ighil, situada unos 80 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech.