Profesores de Corea del Sur han salido este lunes a la calle para protestar por la presión bajo la que trabajan los docentes, un gremio que ha sufrido un aumento de los suicidios, y han exigido al Gobierno que ponga en marcha medidas que permitan mitigar estos casos.
Unos 15.000 trabajadores del sector se han manifestado vestidos de negro frente a la sede de la Asamblea Nacional en Seúl, la capital. Así, han pedido a las autoridades que “protejan sus derechos” en las aulas del país, según informaciones recogidas por la agencia de noticias Yonhap.
La marcha fue planeada en un inicio para honrar la memoria de una profesora que se suicidó el pasado mes de julio tras ser víctima de la violencia en las aulas. Sin embargo, la semana pasada se registraron otros dos casos, lo que ha provocado un aumento de las críticas.
Muchos docentes han solicitado un permiso para poder asistir a la manifestación, lo que ha llevado a una treintena de escuelas primarias a anunciar un día festivo debido a la ausencia de docentes.
“La idea de los manifestantes es protestar a favor de la verdad tras estas muertes y pedir una revisión inmediata de los delitos de abuso por parte de menores”, aseveró uno de los organizadores del evento.
Los docentes han lamentado que la legislación actual lleve a algunos profesionales a enfrentarse a cargos por abuso infantil, al castigar o imponer acciones disciplinarias contra los abusos, por lo que quedan “expuestos” a comportamientos abusivos por parte de los estudiantes y los padres.
Datos
La Organización Mundial de la Salud, en el informe más reciente que ha hecho sobre el suicidio, ha reportado que cada año se suicidan cerca de 800 mil personas, cien mil más que en años anteriores, además de aseverar que, por cada acto de suicidio, existen más personas tentadas a acabar con su vida.
Este organismo asegura que el suicidio es la cuarta mayor causa de muerte de jóvenes entre 15 y 29 años, precisando que el 77% de estos actos se presentan en países con ingresos medios y bajos, y enfatizando que las edades en las que más se comete son entre los 15 y 19 años.
El informe también puntualiza sobre las maneras más comunes de cometer suicidio, que son ahorcamiento, disparos con arma de fuego y plaguicidas.
La OMS enfatiza que vivir en medio de situaciones sociales y bélicas, como conflictos, abusos, catástrofes naturales y causadas por los humanos, además de sentir una sensación de aislamiento, y padecer enfermedades mentales sin adecuado tratamiento, aumentan las posibilidades de pensar en suicidarse y cometer el acto.
Las tasas de suicidio son elevadas entre grupos marginados y discriminados como los refugiados, homosexuales, migrantes, pueblos indígenas y reclusos.