Un ciudadano denunció que fue víctima de la delincuencia. Hombres fuertemente armados lo secuestraron y le quemaron su unidad de transporte. Afortunadamente él salió ileso, pero se quedó sin su herramienta de trabajo y ahora tendrá que irse al extranjero.
Esa medida de presión la hicieron los delincuentes porque quieren subirle el impuesto de guerra a los transportistas.
El afectado relata que de 300 Lempiras los criminales les han pedido que paguen 600 Lempiras semanales.
Porque quieren el doble del pago de extorsión ahora tiene que irse del país.