Al menos 57 funcionarios penitenciarios y agentes de la Policía se encuentran retenidos por los presos en seis cárceles de Ecuador, como represalia por la intervención de las autoridades en las prisiones.
El secretario de Seguridad Pública y del Estado, Wagner Bravo, ha indicado en una entrevista que no han retomado el control de la cárcel de Turi, en el sur de la ciudad de Cuenca, donde se originó un motín este miércoles, por lo que todavía hay agentes retenidos.
El Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) ha informado de que están «tomando una serie de acciones para recuperar el orden en el sistema penitenciario».
«Estamos firmes y no vamos a retroceder»
«La información preliminar permite concluir que este suceso sería una respuesta de los grupos criminales ante las intervenciones de la fuerza pública en los centros penitenciarios del país, cuyo propósito es el decomiso de objetos prohibidos que son utilizados en hechos violentos», reza un comunicado.
Minutos antes, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, ha reconocido que este tipo de medidas contra el crimen organizado había «generado reacciones violentas de las organizaciones criminales», pero ha mostrado su disposición para luchar contra esta problemática.
Lasso ha indicado que las políticas adoptadas, especialmente en el sistema penitenciario, han provocado una oleada de reacciones «que pretenden amedrentar al Estado»: «Pero estamos firmes y no vamos a retroceder en el objetivo de capturar a peligrosos delincuentes, desarticular bandas delictivas y pacificar las cárceles del país», ha manifestado.