Una comunidad indígena en el oeste de Canadá anunció el descubrimiento de un total de 93 presuntas tumbas anónimas de niños y bebés, en cercanías del sitio donde existió un antiguo internado, informaron funcionarios gubernamentales. Desde 2021, comunidades en todo Canadá han registrado más de 1.300 tumbas anónimas cerca de instituciones educativas religiosas que acogieron a niños indígenas por más de un siglo, como parte de una política de asimilación forzada.
«Lo que hallamos fue desgarrador y devastador», dijo en conferencia de prensa Jenny Wolverine, jefa del grupo indígena de la Primera Nación de English River, según consignó la agencia AFP.
«Hasta la fecha, hay 93 posibles tumbas anónimas, 79 niños y 14 bebés. Y este no es un número definitivo», precisó, en referencia a que podría elevarse.
El hallazgo se dio cerca el lugar donde quedaba el internado de Beauval, en la provincia de Saskatchewan, que fue demolido por exalumnos tras su cierre en 1995, según la Universidad de Regina.
Entre finales del siglo XIX y mediados de la década de 1990, unos 150.000 niños indígenas fueron forzados a ingresar a 139 internados en todo Canadá, aislados de su familia, su idioma y su cultura.
Administradas por la Iglesia católica y el gobierno canadiense, los internados tenían el objetivo explícito de «matar al indio» que habitaba en el corazón del niño.