El futuro de Kylian Mbappé sigue sin definirse. Mientras que el PSG muestra síntomas de desesperación cambiando sus estrategias para que el jugador renueve, el Real Madrid se mantiene al margen vigilando la situación.
Sin embargo, el equipo español podría hacer un último intento antes del cierre de mercado ofreciendo al club parisino 120 millones de euros por el traspaso del delantero, según ‘Bild’.
Quedan 10 días para el cierre del mercado y el futuro de Mbappé sigue ligado al PSG. Le queda un año de contrato y quiere cumplirlo. No renuncia al dinero que debe pagarle su club por la temporada que le queda, que supera los 150 millones de euros, y ser libre en el verano del 2024 para fichar por el equipo que quiera. Todo indica que su destino sería el Real Madrid, que lleva seis años sin éxito flirteando con él ante la oposición de su club.
La situación se ha complicado para el club parisino, que lo está intentando todo para que no se vaya. Ha utilizado cualquier recurso para amedrentar al jugador desde esa frase ya mítica de su presidente Al-Khelaifi de que “no se irá del PSG, y menos gratis”, a apartarlo del equipo tachándolo de ‘indeseable’, a culparle de la situación para ponerle en contra a la afición e incluso a culpar al Real Madrid de provocar las desavenencias que tiene con su jugador.
La jaula de oro en la que aprisiona al futbolista empieza a caérsele los barrotes y no sabe cómo volver a blindarla.
Su última solución, y que intenta evitar, es venderlo. Por eso ha tasado el traspaso en 220 millones a un año de finalizar el contrato. El Real Madrid no quiere que le impliquen después de salir malparado el año pasado por los ataques recibidos tras las ofertas que hizo (180 y 200 millones) de las que nunca obtuvo respuesta. Ahora guarda silencio y espera paciente esos nuevos contactos entre el club y el jugador que hablan de renovación.
Mbappé está avisado, si renueva, el Real Madrid le cerrará su puerta de manera definitiva y se centrará en otros objetivos. Dará por finalizado los contactos y Mbappé lo sabe. Si su deseo es defender la camiseta madridista no le quedará otra que mantenerse firme y no renovar.
El término medio sería que el PSG obtuviera algún beneficio económico por su salida cuyo límite será de 120 millones para el Real Madrid, o que el jugador perdonase parte del dinero que tiene que pagarle por la temporada de contrato que le queda.