La promotora inmobiliaria China Evergrande Group ha solicitado la protección por bancarrota en EEUU, según los documentos judiciales del caso. En concreto, el gigante chino ha solicitado al tribunal de Nueva York, donde tiene su filial, la aplicación del Capítulo 15 del código de bancarrota por el que se protegen los bienes de la compañía en ese país mientras se gestiona los acuerdos de reestructuración en otras jurisdicciones.
Evergrande, cuyo incumplimiento hace dos años aceleró una crisis de deuda inmobiliaria más amplia en el país, busca afrontar su grave situación financiera y evitar el embargo de sus activos. Ese artículo de la ley de quiebras permite suspender los pagos de sus deudas internacionales en EEUU. La petición de la promotora más endeudada del mundo ocurre en plenos trámites de reestructuración que la empresa está llevando a cabo en Hong Kong y las Islas Caimán.
Según lo adelantado por Bloomberg, la constructora china lleva meses trabajando para finalizar un plan de reestructuración de deuda fuera de su país. E pasado mes de julio recibió la aprobación de la corte para realizar votaciones sobre el acuerdo y se ha programado que las reuniones se celebren a finales de este mes.
La inmobiliaria lleva meses tratando de negociar con sus acreedores un plan de reestructuración que le permita salir a flote. Se reunirá con sus deudores los días 23 y 24 de agosto en un encuentro en el que se votará el plan de reestructuración propuesto para sus casi 20.000 millones de dólares (unos 18.000 millones de euros) de deuda ‘offshore’.
Evergrande anunció en julio pérdidas netas atribuidas de 476.035 millones de yuanes (66.409 millones de dólares, 59.051 millones de euros) en 2021 y de 105.914 millones de yuanes (14.775 millones de dólares, 13.138 millones de euros) en 2022.
Las cuentas siguen sin salir para Evergrande. En 2022, la empresa facturó 230.067 millones de yuanes (32.084 millones de dólares, 28.529 millones de euros), lo que representa una caída de casi el 8% frente a 2021 y de cerca de un 55% en comparación con 2020, el que fuese su último ejercicio antes de entrar definitivamente en crisis.
Además, la cotización de Evergrande en la Bolsa de Hong Kong lleva congelada el 21 de marzo de 2022, aunque algunas de sus filiales reanudaron la negociación de sus participaciones en las últimas semanas, recoge Efe.
El gigante reconoció que necesitará una financiación adicional de hasta 300.000 millones de yuanes (41.840 millones de dólares, 37.208 millones de euros) para cumplir con su objetivo de garantizar la entrega de propiedades vendidas sobre plano, en línea con los deseos del Gobierno chino.
La posición financiera de Evergrande y otras muchas inmobiliarias chinas empeoró después de que, en agosto de 2020, Pekín anunciase restricciones al acceso a financiación bancaria a las promotoras que habían acumulado un alto nivel de deuda apoyando durante años su crecimiento en agresivas políticas de apalancamiento.
Hace unos días, Country Garden, la que fuera la mayor promotora inmobiliaria de China y controlada por la mujer más rica del gigante asiático, Yang Huiyan, avisó de que espera registrar pérdidas de entre 45.000 y 55.000 millones de yuanes (5.675 y 6.937 millones de euros) en el primer semestre de 2023. La previsión la atribuye a tres cuestiones: la disminución en el margen de utilidad bruta del negocio inmobiliario, al aumento en el deterioro de proyectos inmobiliarios como resultado de la caída en las ventas en la industria de bienes raíces y a la pérdida relacionada con las fluctuaciones del tipo de cambio.