Juan Carlos García-Rodríguez, quien había sido declarado «persona de interés» en el caso del asesinato de la niña guatemalteca de 11 años María González, de Texas, fue detenido por el Departamento de Policía de Shreveport, Louisiana, en donde permanece bajo custodia.
El viernes García-Rodríguez había sido declarado persona de interés en el caso y según un comunicado de la policía este sábado, los investigadores desde entonces han podido obtener pruebas adicionales que lo vinculan con la muerte de María.
El sospechoso será acusado de asesinato capital y se espera su extradición a Texas, informó la policía de Pasadena.
Carmelo González, el padre de la niña, halló el cuerpo de su hija escondido debajo de su cama, con signos de estrangulación. La menor fue golpeada y abusada sexualmente.
Quién es Juan Carlos García-Rodríguez y por qué fue detenido
Josh Bruegger, jefe de la Policía de Pasadena, Texas, dijo que el mismo día en que el padre de María Elena González la halló muerta y envuelta en una bolsa debajo de su cama, los investigadores entrevistaron a Juan Carlos-García Rodríguez y le tomaron una muestra de ADN, pero inicialmente no estaba en el radar y simplemente lo entrevistaron como mismo hicieron con otros vecinos del complejo de edificios en donde vivían el padre y la niña, quien había llegado recientemente desde Guatemala.
Según un reporte del medio local KHOU 11, Bruegger detalló que mientras trabajaban en la escena del crimen, los investigadores habían hallado en la casa de la víctima una llave, lo cual fue una evidencia clave del caso. Tras varios días, los investigadores se percataron de que esa llave no pertenecía al padre de María y que, en cambio, abría la puerta de otro apartamento del mismo edificio.
En ese apartamento vivían dos residentes, más un tercero que se había marchado de forma repentina. Los otros dos residentes explicaron que no conocían muy bien a Juan Carlos García-Rodríguez, también de Guatemala, ya que él solo había vivido allí por unas tres o cuatro semanas. Los otros residentes tenían sus llaves. La que faltaba era la de García-Rodríguez, por lo que la policía lo ubicó en la escena del crimen.
El joven, de 18 años, había entrado ilegalmente en EEUU este año y fue detenido en la frontera, pero luego fue liberado a cargo de patrocinadores en Baton Rouge, Louisiana. Gracias a estas personas, que llamaron a conocidos en Pasadena, Texas, para ayudarlo con alojamiento y trabajo, García-Rodríguez terminó viviendo en el mismo edificio que María González.