Una niña de 13 años, víctima de violación, dio a luz este mes tras verse impedida de abortar debido a las prohibiciones establecidas en el estado de Misisipi (EE.UU.) contra la interrupción voluntaria del embarazo, informó la revista Time.
La menor, a quien se hace referencia como Ashley, fue violada en otoño del año pasado cuando grababa un video de TikTok en el patio de la casa de su familia en Clarksdale. Según relató Regina, su madre, Ashley dijo que «un hombre bajó por la calle y entró en el patio delantero», después la agarró, le tapó la boca, «la jaló hacia un lado de la casa y la violó».
Al momento del ataque, Ashley tenía 12 años. No le contó a nadie sobre la agresión y no supo que estaba embarazada hasta enero, cuando su madre la llevó a una sala de emergencias por vómitos incontrolables.
Regina comentó a la revista que nunca había conversado con su hija sobre cómo se produce un embarazo, por lo que la niña ni siquiera sabía que eso podía sucederle. «Necesitan ser niños», resaltó la madre. Sin embargo, notó que Ashley, que padece un trastorno de déficit de atención (TDAH) y tiene problemas para concentrarse, se estaba comportando de manera diferente. Así, a pesar de que nunca había hablado mucho, después de la violación pasó de tímida a casi muda. Permanecía mucho tiempo en su habitación, e incluso se negó a celebrar su cumpleaños número 13 en noviembre.
Al determinar los análisis de sangre que Ashley estaba embarazada, el hospital contactó a la Policía. «Fue surrealista para ella. Simplemente no tenía ni idea», dijo Erica Balthrop, la obstetra de turno ese día.
En la siguiente cita, Regina preguntó al médico si había alguna forma de interrumpir el embarazo. De acuerdo a una ley estatal que entró en vigor en julio de 2022, el aborto está prohibido en toda circunstancia, excepto para salvar la vida de la persona embarazada o en casos de violación o incesto que hayan sido oportunamente denunciados a la Policía.
La única opción de Regina era viajar unas nueve horas al centro de abortos más cercano, en Chicago. «No tengo los recursos para todo eso», dijo Regina, refiriéndose a la necesidad de dejar de trabajar, pagar la gasolina, la comida y el alojamiento, además del procedimiento en sí.
Junto con otros estados que también prohíben los abortos, Misisipi contempla las ya mencionadas excepciones. Pero los abortos autorizados bajo esas premisas son extremadamente inusuales. En enero, el New York Times informó que Misisipi ha autorizado solo dos excepciones desde que entró en vigor la prohibición del aborto en el estado.
En este caso, Regina explicó que, tras enterarse de la violación de su hija, presentó una denuncia ante el Departamento de Policía, pero la investigación no llegó a ninguna parte. Las autoridades confirmaron a Time que no se habían realizado arrestos en el caso y, dado que la investigación está incompleta, no se ha confirmado oficialmente que el embarazo de Ashley fuera producto de una agresión sexual.
«Esta situación duele aún más porque era una niña inocente que estaba haciendo lo que hacen los niños, jugando afuera, y es mi hija», se lamentó Regina.
Historias similares han ocurrido después que la Corte Suprema de EE.UU. anulara el año pasado, en todo el país, el derecho constitucional al aborto, mediante un dictamen titulado Dobbs vs Jackson Women’s Health Organization.
Según un análisis de ABC News, más de 1,7 millones de mujeres en edad reproductiva viven en un condado sin acceso al aborto o sin acceso a la atención de maternidad. Entretanto, 3,7 millones de mujeres en esa edad, o 5,8 % del total, viven en un condado de ‘doble desierto’, como se denomina a aquellos con poco o ningún acceso acceso a la atención de maternidad y sin acceso al aborto.