El filántropo de origen japonés, Shin Fujiyama, está publicando esta semana su recorrido de 125 kilómetros que realizó con el fin de recaudar fondos para una escuela en construcción de Chamelecón, ciudad de San Pedro Sula, departamento de Cortés.
Cómo es costumbre, los hondureños caracterizados por su amable hospitalidad, buena atención y fina amabilidad se volcaron para recibir a lo grande al japonés más querido en Honduras.
Fujiyama cuando recorría el municipio de Omoa en su maratón, fue atendido de la mejor manera por los habitantes de este sector, y es que aquí se cumplió la frase popular que da quien quiere y no quien tiene, pues a su encuentro le salió una humilde abuelita regalándole un nacatamal, después una mujer le brindó agua de coca en una bolsa de plástico.
Más tarde, un catracho le regaló una bebida energizarte para que siguiera la dura carrera, asimismo, una mujer de Omoa le proporcionó un refrescante coco, luego un emprendedor de la zona con todo su esfuerzo y cariño le brindó una deliciosa “burrita”, todas estas acciones de amor hicieron que el youtuber derramara sus lágrimas y manifestara “Me derramaron las lágrimas de ver tanta gente que me está apoyando y agradezco a cada persona que está creyendo en los niños de Chamelecón”.
No cabe duda que, Shin Fujiyama se ha ganado el cariño y admiración de miles de hondureños por seguir trabajando en su sueño de construir mil escuelas en Honduras. Enhorabuena Shin.