El candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio, asesinado ayer miércoles por tres sicarios a la salida de un mitin político en Quito, ofreció hace dos días una entrevista al programa ‘Vera, ¡A su Manera!’ con el periodista y político ecuatoriano, Carlos Vera, donde reveló irregularidades en contratos estatales con empresas petroleras.
Aseguró que presentaría ante la Fiscal General, Diana Salazar, y el Contralor General del Estado, una investigación relacionada con “el mayor atraco petrolero” de la historia de Ecuador.
De acuerdo con los registros de Villavicencio, durante el gobierno Rafael Correa y Jorge Glas se entregaron 21 campos petroleros, en manos de Petroecuador, a compañías extranjeras bajo contratos de prestación de servicios.
“La evidencia que voy a presentar es tan grave que ya se han revelado videos entre Jorge Glas y el ex director de Hidrocarburos de la Agencia de Regulación y Control, José Luis Cortázar, en los que Jorge Glas reconoce que no existían fórmulas para calcular y establecer las tarifas”, denunció Villavicencio.
“El gran problema de este país, de nuestro empobrecimiento, es la corrupción. Nuestro país es un país rico, no le falta plata; le sobran ladrones…Los que transan con las mafias son derrotados y tienen su propia funeraria por adelantado”, agregó.
Una de las investigaciones periodísticas de Fernando Villavicencio llevó al banquillo al ex presidente Rafael Correa (2007-2017). El reporte realizado junto a su colega y amigo Christian Zurita destapó una trama de coimas que puso contra las cuerdas al ex mandatario y a funcionarios de su gobierno por haber recibido sobornos de parte de empresarios.
Por ese caso, Correa, quien está refugiado en Bélgica y al que Villavicencio se refería como “el prófugo”, fue condenado en ausencia a ocho años de cárcel.
Sus investigaciones le valieron sendas órdenes de prisión. En 2014 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) le concedió medidas cautelares tras ser sentenciado a 18 meses de cárcel por injuriar a Correa. En esa ocasión, se ocultó en la selva amazónica para evitar cumplir la condena.
Dos años después, un juez ordenó su encarcelamiento por supuestamente revelar información reservada con correos electrónicos hackeados a la administración de Correa para sustentar investigaciones sobre corrupción en negocios petroleros.
Entonces, se refugió en Lima hasta 2017 cuando regresó al país bajo el gobierno del Lenín Moreno (2017-2021), distanciado de Correa.
La semana pasada, Villavicencio denunció en dos ocasiones amenazas contra su vida y su equipo de campaña. El candidato tenía resguardo policial cuando fue atacado a tiros al salir de un encuentro con seguidores.
Villavicencio ocupaba el segundo lugar en las encuestas, detrás de la candidata correísta Luisa González, de acuerdo con la encuestadora Cedatos.
Auspiciado por los movimientos Construye y Gente Buena, el periodista y ex asambleísta buscaba por primera vez la presidencia de Ecuador, en unas atípicas elecciones que se celebrarán el próximo 20 de agosto.
Tras su asesinato, el coronel en retiro Edison Romo, especializado en inteligencia militar que ha seguido el desarrollo de la campaña en el país, en declaraciones a la agencia de noticias The Associated Press aludió que Villavicencio “era una amenaza para organizaciones delictivas internacionales”.
Aseguró que la corrupción y la penetración del narcotráfico “en instituciones públicas y privadas es fuerte” y añadió que no se debe descartar ninguna hipótesis de investigación.