El papa Francisco anunció hoy al final de la misa que celebró ante un millón y medio de jóvenes en Lisboa por la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que la próxima se celebrará en Seúl en 2027 y afirmó que así “que desde la frontera occidental de Europa se trasladara al lejano oriente y estos es símbolo de la universalidad de la Iglesia”.
También el papa dio cita a los jóvenes de todo el mundo para el 2025 para celebrar juntos el Jubileo de los jóvenes en Roma. “Les espero allí”, dijo.
El papa que ha acudido a las JMJ de Brasil, Cracovia, Panamá y Lisboa anunció que las próximas serán en un continente que él aprecia mucho, Asia, y en el parque Tejo donde se celebró al misa con entusiasmo.
Francisco, que esta tarde acudirá a saludar a los miles de voluntarios que han permitido celebrar este evento católico, concluyó hoy la misa con un mensaje en el que dijo: “Gracias” o mejor dicho, “obrigado” al cardenal patriarca de Lisboa, a toda la Iglesia y a todo el pueblo portugués , al presidente de Portugal, Marelo Rebelo de Sousa, que ha estado presente en todos los eventos.
”Obrigado a ti, Lisboa, que permanecerás en la memoria de estos jóvenes como casa de fraternidad y ciudad de sueños” y “Obrigado a los voluntarios, a quienes va nuestro aplauso por su gran servicio”, agregó.
”Un agradecimiento especial a quienes desde el cielo han velado por la JMJ, es decir, a los santos patronos del evento, a uno en particular: a Juan Pablo II, que dio vida a las Jornadas Mundiales de la Juventud”, concluyó Francisco.
Misa de cierre
Francisco salió antes de lo previsto para recorrer el campo en su papamóvil, continuando con las improvisaciones que han caracterizado su viaje. Ha ignorado los discursos preparados en favor de charlas espontáneas con jóvenes y sustituyó la plegaria formal por la paz en Ucrania en el santuario de Fátima, un lugar asociado desde hace mucho con las exhortaciones de paz y conversión en Rusia.
En la mañana se guardó silencio y comenzó la misa que fue celebrada por el patriarca de Lisboa, el cardenal Manuel Clemente. Se encontraban presentes 30 cardenales, 700 obispos y 10.000 sacerdotes, mientras que el papa participaba en algunos momentos, debido a sus problemas de rodilla que le impiden caminar y leyó la homilía enfocada en los desafíos para los jóvenes.
“Amigos, también nosotros necesitamos algún destello de luz para afrontar la oscuridad de la noche, los desafíos de la vida, los miedos que nos asaltan, las tinieblas que frecuentemente vemos a nuestro alrededor. El Evangelio nos revela que esta luz tiene un nombre. Sí, esta luz, que ha venido a iluminar el mundo, es Jesús”, dijo el papa en la misa con que concluyen los actos de las JMJ.
Francisco recordó las palabras del papa san Juan Pablo II en su primera JMJ: “Son los jóvenes, que la Iglesia y el mundo necesitan como la tierra necesita la lluvia; a ustedes, jóvenes, que son el presente y el futuro; sí, precisamente a ustedes, jóvenes, Jesús les dice: ‘No tengan miedo’”.