Las boyas colocadas por Texas en el fronterizo río Bravo para detener el paso de migrantes desde territorio mexicano son «ilegales», dijo este jueves el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar.
En conferencia de prensa, el diplomático recordó que el lunes el Departamento de Justicia presentó una demanda civil para impedir que el gobierno del republicano Greg Abbott coloque barreras adicionales y retire las ya existentes.
«Lo que está haciendo Texas es ilegal pero también es (…) hacer del fenómeno de migración un fenómeno político y no un fenómeno humanitario, económico», dijo Salazar.
Señaló que más que poner barreras a la migración, se debe atacar sus causas y construir una política que permita un flujo de migrantes legal, seguro y ordenado.
El martes, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que estas boyas eran una «provocación» y que violaban la soberanía de México.
Por su parte, la canciller Alicia Bárcena informó el miércoles que tres cuartas partes de la barrera de boyas antimigrantes, de 305 metros de longitud, se ubican en territorio mexicano y que su despacho envió dos notas diplomáticas a Washington especificando los tratados fronterizos que se violan con su colocación.
Abbott ordenó a principios de julio instalar en el río fronterizo -llamado Grande por los estadounidenses- la cadena de boyas antimigrantes además de barreras de alambre de espino en la orilla, en un punto por el que los migrantes pasan desde México.
Según reportes de medios, algunos migrantes han quedado atrapados y han tenido que ser rescatados.
Un empresario de Texas, que ofrece paseos por el río, presentó también una demanda contra las barreras ya que, alega, perjudican el paso de sus embarcaciones turísticas.
La embajada de México anunció la semana pasada que también analiza posibles acciones legales.