Con motivo del Día Mundial contra la Hepatitis, que se celebra este viernes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hace un llamamiento para que se amplíen las pruebas y el tratamiento de las hepatitis víricas, advirtiendo de que esta enfermedad podría matar a más personas que la malaria, la tuberculosis y el VIH juntos en 2040, si se mantienen las tendencias actuales de infección.
La hepatitis causa daños hepáticos y cáncer y mata a más de un millón de personas al año. De los 5 tipos de hepatitis, las hepatitis B y C causan la mayoría de las enfermedades y muertes. La hepatitis C se puede curar; sin embargo, solo el 21 por ciento de las personas infectadas por hepatitis C están diagnosticadas y solo el 13 por ciento han recibido tratamiento curativo. Solo el 10 por ciento de las personas que viven con hepatitis B crónica están diagnosticadas, y solo el 2 por ciento de los infectados reciben la medicación que salva vidas.
Bajo el lema ‘Una vida, un hígado’, la OMS ha lanzado su campaña del Día Mundial contra la Hepatitis, que subraya la importancia de proteger el hígado contra esta enfermedad para tener una vida larga y sana. Así, ponen el foco en que una buena salud hepática también beneficia a otros órganos vitales, como el corazón, el cerebro y los riñones, que dependen del hígado para funcionar.
«Millones de personas viven con hepatitis sin diagnosticar ni tratar en todo el mundo, a pesar de que disponemos de mejores herramientas que nunca para prevenirla, diagnosticarla y tratarla», ha dicho el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. «La OMS mantiene su compromiso de apoyar a los países para que amplíen el uso de esas herramientas, incluida una medicación curativa cada vez más costoeficaz, para salvar vidas y acabar con la hepatitis», ha apuntado.