Estados Unidos anunció el viernes 345 millones de dólares en ayuda militar para Taiwán, en lo que constituye el primer gran paquete de la administración Biden que recurre a los propios arsenales estadounidenses para ayudar a Taiwán a contrarrestar a China.
Según el anuncio de la Casa Blanca, el paquete incluirá defensa, educación y formación para los taiwaneses. Washington enviará sistemas portátiles de defensa antiaérea (MANPADS, por sus siglas en inglés), capacidades de inteligencia y vigilancia, armas de fuego y misiles, según dos funcionarios estadounidenses que hablaron bajo condición de anonimato para discutir asuntos sensibles antes del anuncio.
Los legisladores estadounidenses han estado presionando al Pentágono y a la Casa Blanca para que aceleren la entrega de armas a Taiwán. Los objetivos son ayudarle a contrarrestar a China y disuadir a este país de plantearse un ataque, proporcionando a Taipei armamento suficiente para que el precio de una invasión sea demasiado alto.
El paquete se suma a los casi 19.000 millones de dólares en ventas militares de F-16 y otros importantes sistemas de armamento que Estados Unidos ha aprobado para Taiwán. La entrega de esas armas se ha visto obstaculizada por problemas en la cadena de suministro que comenzaron durante la pandemia de COVID-19 y se han agravado por las presiones sobre la base industrial de defensa mundial creadas por la invasión rusa de Ucrania.
La diferencia es que esta ayuda forma parte de una autoridad presidencial aprobada por el Congreso el año pasado para extraer armas de los actuales arsenales militares estadounidenses, de modo que Taiwán no tendrá que esperar a la producción y venta de armamento. De este modo, el suministro de armas es más rápido que la financiación de armamento nuevo.