El pasado martes, la mancha solar AR3363 produjo una llamarada solar al encontrarse en lo que se conoce como un momento «altamente eruptivo». Ahora, esta llamarada se aproxima a la Tierra y, aunque no se trata de un fenómeno inusual, afectará a las telecomunicaciones de algunas regiones del planeta.
Esta corriente de fuego se trata de una eyección de masa coronal, es decir, una nube gigante de plasma solar empapada con líneas de campo magnético. Así lo ha declarado el servicio de Predicción Meteorológica Espacial de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Además, a la llamarada se le ha añadido el nombre de ‘canibal’ ya que se trata de la segunda emitida por el Sol en poco tiempo y por ello absorberá a la que precedió.
Aun así, estas dos llamaradas ya estaban previstas por la NOAA, quién ya avisó de que estas eyecciones se producirían el martes y que provocarían una tormenta geomagnética de bajo nivel.
Por el momento, el organismo pronostica que esta tormenta causará problemas con las comunicaciones de radio de alta frecuencia en latitudes árticas y que podría afectar también a las operaciones por satélite.