Días antes de la conferencia de ministros de Asuntos Exteriores de este mes, China comunicó al país anfitrión, Indonesia, que cambiaba a su representante debido a «circunstancias inesperadas», lo que provocó un revuelo en Yakarta para redimensionar el tradicional regalo de una camisa para los asistentes.
El destinatario previsto de la colorida blusa batik era el ministro chino de Asuntos Exteriores, Qin Gang, que no ha sido visto en casi un mes y se perderá al menos otra reunión importante, en Sudáfrica, la próxima semana.
Desde entonces, el gobierno ha declarado que Qin se ausenta por motivos de salud no especificados, pero esos y otros comentarios han sido eliminados de las transcripciones oficiales y no aparecen en los medios de comunicación estatales, por lo que las especulaciones se han disparado en un país notoriamente opaco sobre la vida privada de sus dirigentes.
El vacío de información ha acentuado las sospechas de algunos diplomáticos y observadores sobre el secretismo de China a la hora de tomar decisiones en un momento en el que intenta volver a relacionarse con el mundo tras años de aislamiento inducido por el COVID.
A la pregunta de por qué el ministro no asistirá a una reunión prevista de los países del Brics, una portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pekín, en una rueda de prensa diaria celebrada este jueves (20.07.2023), se limitó a decir que no tenían «ninguna información» al respecto. No repitió que el ministro estuviera enfermo. Por otra parte, según medios, también se ha especulado sobre una posible relación extramatrimonial.
«La desaparición de Qin arroja mucha incertidumbre y confusión sobre la coherencia, estabilidad y credibilidad de la toma de decisiones de Pekín», declaró a Reuters Yun Sun, director del Programa sobre China del Centro Stimson de Washington.
«Si un dirigente de nivel vicenacional puede desaparecer sin dar muchas explicaciones, a la gente le resulta difícil confiar y contar con cualquier dirigente o funcionario chino y sus cargos», agregó.
No se sabe nada de Qin Gang desde el 25 de junio
Qin Gang, de 57 años, tuvo su última cita pública en Pekín el 25 de junio. Desde entonces no se le ha vuelto a ver. El miércoles, su ministerio había dicho que el alto diplomático chino Wang Yi, que sigue estando por encima de Qin Gang en la jerarquía, asistiría a la reunión de los Brics de Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica en Johannesburgo la próxima semana. Wang Yi ya había representado varias veces al ministro de Asuntos Exteriores desde su desaparición.
Desactivan en WeChat artículos que mencionan a Qin
Según informa Reuters, los comentarios a los artículos que mencionan a Qin compartidos en la aplicación de mensajería WeChat han sido desactivados y una búsqueda realizada por Reuters no encontró menciones recientes a Qin en los medios de comunicación estatales. Pero no ha faltado interés.
Las búsquedas de «Qin Gang» en el motor de búsqueda Baidu se han multiplicado por 28 en la última semana, hasta superar las 380.000 diarias, según datos de la plataforma.
La ausencia de Qin también ha sido ampliamente debatida en la comunidad diplomática, y algunos dicen que es otro ejemplo de la falta de transparencia de China.
Una ausencia prolongada «confundirá a otros países que busquen construir canales de comunicación con China», afirmó Wen-Ti Sung, politólogo de la Universidad Nacional Australiana.
«La previsibilidad y la transparencia son esenciales para regularizar los diálogos y crear confianza, ambos ingredientes clave para una cooperación sostenida».
La desaparición de altos funcionarios, personalidades y empresarios es un hecho recurrente en China. A menudo se descubre después que estaban implicados en investigaciones u otras polémicas.
Entre los casos más sonados de los últimos años está el del exjefe chino de Interpol Meng Hongwei, que desapareció en 2018 mientras viajaba por China. Dos años después, un tribunal chino lo condenó a una larga pena de prisión por aceptar sobornos.