Émile cumple diez días en paradero desconocido. Lo que pasó la tarde del 8 de julio, cuando el niño desapareció de la casa de sus abuelos maternos en los Alpes de Alta Provenza es un misterio, a pesar de que se encuentra en una aldea de apenas 15 viviendas, con 25 habitantes, y de que se trata de un niño de apenas 2 años.
Este martes, el fiscal de Digne-les-Bains, Rémy Avon, anunció la apertura de una investigación judicial sobre las causas de la desaparición del menor, pues hasta el lunes el caso se mantenía como investigación preliminar.
Por su parte, el alcalde de Vernet, François Balique, anunció la ampliación de la prohibición de acceso a visitantes a la aldea Haut-Vernet por 15 días. Con esta restricción, explicó, buscan resguardar a la familia de Émile y evitar lo que llamó «turismo malicioso».
Todas estas medidas se siguen en paralelo a los esfuerzos del equipo a cargo de la nueva fase de la investigación, que consiste en el análisis de los datos recabados en el terreno. Ese trabajo está bajo la responsabilidad de 25 miembros de la Sección de Investigación de Marsella y del grupo de gendarmería Alpes-de-Haute-Provence, que componen la unidad nacional para este caso.
Para desarrollar la nueva etapa investigativa, los agentes han sido facultados para disponer de todos los medios nacionales y regionales, entre ellos el Instituto de Investigación Criminal de la Gendarmería Nacional y todos institutos u oficinas centrales y técnicas de la Gendarmería.
Terrible hipótesis
Una de las hipótesis que ha cobrado revuelo apunta a que Émile pudo ser atropellado y aspirado por una cosechadora, porque es la época en que los agricultores de la zona cortan la hierba. «Aquí solo tenemos un temor, es que el pequeño se encuentre en otoño cuando los granjeros alimenten a los animales. A veces, encontramos ciervos. Sería terrible», declaró un vecino.
Se conoce que dos testigos aseguraron que vieron al niño «en una calle con dos personas». Émile es rubio, tiene los ojos marrones y mide 90 centímetros. El día que desapareció vestía una camiseta amarilla, pantalones cortos blancos y botas de montaña.