James Nott, un estadounidense residente en Kentucky, ha sido detenido por el FBI que, en un registro domiciliario, encontraron 40 cráneos y otros restos humanos entre la decoración de su casa, según ha informado CNN.
Cuando los agentes llegaron a la vivienda de Nott y le preguntaron si se encontraba acompañado en ese momento, él respondió que le acompañaban sus «amigos muertos».
Tras el registro, se identificaron diferentes cráneos esparcidos por la casa, además de médulas espinales, fémures y huesos de la cadera. Todo empezó el pasado verano cuando la Policía de Pensilvania recibió un aviso de actividad sospechosa en la casa de Jeremy Pauley, un hombre residente en la ciudad de Enola. Cuando los agentes procedieron a registrar la vivienda, encontraron órganos, piel y otros restos, y detectaron los primeros indicios de la existencia de una red de venta de restos humanos.
Los investigadores detectaron posteriormente conversaciones a través de Facebook entre Pauley y Nott. Este último, bajo el pseudónimo de William Burke, anunciaba la venta de partes de cuerpos humanos. Burke fue un asesino activo en la década de 1820.