Al menos nueve personas murieron el domingo en un nuevo ataque atribuido a rebeldes independentistas en una ciudad del noroeste de Camerún, informaron hoy las autoridades del país.
El ataque ocurrió la pasada tarde en la urbe de Bamenda, cuando los atacantes llegaron a un bar y empezaron a disparar contra los clientes «a ciegas y sin previo aviso», según señaló el portavoz del Ministerio de Defensa camerunés, Serge Cyrille Atonfack Nguemo, en un comunicado.
El portavoz atribuyó el incidente a «secesionistas descerebrados».
«Los separatistas actuaron con uniformes militares para camuflar sus crímenes atroces», añadió.
También hubo un número aún indeterminado de heridos, que fueron trasladados a un hospital cercano.
Las regiones Noroeste y Suroeste de Camerún -a las que los separatistas denominan Ambazonia- se encuentran inmersas en una crisis desde 2016, cuando profesores y abogados se manifestaron y organizaron huelgas para exigir un uso igualitario del inglés en los tribunales y colegios y una mayor representación en el Gobierno.
En 2017 se convirtió en un conflicto armado intensificado por la negativa del Gobierno del presidente camerunés, Paul Biya, en el poder desde hace más de cuarenta años, a estudiar ninguna reivindicación, si bien tras el diálogo de paz se aplicaron medidas, como la puesta en libertad de más de 300 separatistas detenidos.
Aunque en Camerún el inglés y el francés son idiomas cooficiales y conviven junto a otras 250 lenguas nativas, el 20 % de la población del país es anglófona, una minoría que se siente marginada y asimilada por el Gobierno central francófono desde hace décadas.
Según datos de Canadá, que aseguró el pasado enero haber promovido un diálogo de paz desmentido por el Ejecutivo camerunés, más de 6.000 personas han muerto en este conflicto y cerca de 800.000 han abandonado sus hogares por temor a la violencia.